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Crónica:BALONMANO | Campeonato de Europa
Crónica
Texto informativo con interpretación

España pierde todas sus opciones

El equipo de Argilés sólo puede ser 7º, su peor puesto en un Europeo

La derrrota de ayer contra Rusia no hizó más que confirmar las pésimas vibraciones que desprende la selección. El Europeo de Eslovenia tiene muchas probabilidades de pasar a la historia como el peor del balonmano español. Desde que en 1994 se creó esta competición, nunca España estuvo por debajo de la séptima posición (Suecia, 2002). Ahora, en cambio, el grupo de César Argilés tiene la imperiosa necesidad de imponerse hoy a Suecia (18.00) para evitar el descalabro total y entrar en la lucha por la séptima posición final. Si no, directamente a casa.

"Ante todo", reflexionó Argilés, "debo ser coherente con la elección que realicé, con gente joven en la primera línea, a pesar de que sólo Entrerríos es titular en su club. Pero también debo agregar que algunos jugadores tienen motivos para estar preocupados, porque la clasificación olímpica estaba ya conseguida, pero el equipo aún no está decidido. Y algunos han demostrado que a determinados niveles la competición les supera".

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ESPAÑA

RUSIA

España: Barrufet (Hombrados), A. Entrerríos (3), Fernández (2), Hernández (8), Garabaya, Juancho, Juanín (4, 1 de penalti) -siete inicial-. R. Entrerríos (1), O'Callaghan, Belaustegui (1), Ortega (4), Lozano (7, 2 de p.) y R. García.

Rusia: Lavrov (Kostylov), Ivanov (4, 1 de p.), Koksharov (10, 4 de p.), Krivoshl (3),Tuchkin (5), Rastvortsev (6), Chipurin (3) -siete inicial-. Bashkin (1), Gorbatikov (1), Kamanin (1), Gorpishin, Pogorelov (2) y Gritsenko.

Árbitros: Pozeznik y Repensek (Eslovenia).

Marcador cada cinco minutos: 3-2, 6-5, 8-8, 10-10, 11-15, 14-16 (descanso). 16-18, 18-21, 21-23, 24-27, 27-31 y 30-36.

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Sólo dos jugadores tuvieron orgullo

La selección no funciona. En el equipo que ha acudido a Eslovenia están los hombres con más presente y futuro del balonmano español, pero la mayoría son suplentes en sus clubes de los internacionales que ahora les están venciendo. Pero éste es un mal endémico que se viene arrastrando desde que a principios de los noventa hubo una invasión de jugadores del este europeo en la Liga española. Les quitaron el puesto a los nacionales, pero también les dejaron un legado de calidad. Y entonces llegó la decisión que permitió a España ganar las cinco medallas que atesora: la nacionalización de Talant Duishebáev y de Andrei Chepkin.

Uno de ellos ya no acude a la selección y el otro, Duishebáev, será una baza fundamental en la recuperación española que se espera en los JJOO de Atenas, el próximo mes de agosto. Pero como también su final y el de Masip y Garralda está cercano, Argilés quiso poner un termómetro al balonmano español en este Europeo, para poder calibrar cuál es el futuro.

La cuestión es que España volvió a fallar frente a Rusia y que lo único positivo fue ver a Demetrio Lozano dirigiendo el ataque y convirtiéndose en uno de los máximos goleadores. Alberto Entrerríos prosiguió en su línea de desacierto. Peor estuvo aún Belaustegui, con uno de cinco. Iker Romero ni siquiera entró en el equipo. Ayer incluso los porteros estuvieron mal.

A falta de un partido para concluir la segunda fase y tal vez el campeonato, el balance no invita al optimismo. A este equipo le falta mucho y, con el final de la generación de oro -Urdangarín, Guijosa, Masip, Garralda, Ortega, Duishebáev y Chepkin-, sólo queda esperar que algunos valores acaben madurando o que el CSD lance otra OPA sobre algún extranjero de los que andan despistados por España.

Otros resultados: Grupo 1: Suiza, 27; Coracia, 30. Grupo 2: Rep. Checa, 32; Francia, 31. Hungría, 29; Serbia, 29.

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