'Amics de l'olivera'

Han sobrevivido el paso, en algunos casos, de más de un millar de años. Guerras, desastres naturales, sequías, lluvias torrenciales..., nada pudo con ellos hasta que llegó la mano del hombre del siglo XXI. Homero se refirió a uno de sus productos como "oro líquido". El zodiaco cubano lo mantiene como signo y Van Gogh pintó la recolección de sus frutos y compartió con ellos sus últimos días. También agradecieron la mirada de Matisse. Hoy, en Castellón, ha sido necesaria la creación de la Associació Amics de l'Olivera para conservar y promocionar esta parte del patrimonio agrícola y cultural, en peligro de extinción. El expolio al que han sido sometidos, con empresarios e individuos millonarios a un lado y agricultores desprotegidos del otro, ha provocado este serio intento de dar valor a algo que lo tiene.

La asociación ha nacido de la mano de la Fundació Penyagolosa que, desde hace años, trabaja en el fomento del desarrollo rural sostenible. Cuando la venta masiva de olivos monumentales llegó a las páginas de los periódicos, la fundación se marcó como objetivo revalorizar la figura de este árbol. A partir de ahora, con un presidente honorífico de excepción, el premio Príncipe de Asturias Federico García Moliner, la asociación tratará de buscar más "amigos" para llevar a cabo su objetivo.

La primera tarea fue la de inventariar los olivos monumentales de la provincia de los que, hasta finales de mes, se contabilizaron más de dos centenares. Las comarcas del interior de Castellón y, en especial, municipios como Canet, Traiguera o La Jana son los que guardan estas piezas de museo cuyos troncos alcanzan de 13 a 16 metros de diámetro, en el caso de los árboles más grandes.

Sin embargo, tal como explicó ayer Fina Gonell, directora de Intercoop, entidad que ha impulsado la iniciativa, no se pretende una conservación estática, sino un trabajo dinámico que sirva para concienciar de la importancia de esta especial característica del territorio. Así, entre otras cosas, se ha propuesto el análisis del olivo en la historia, motivado por la aparición en algunas muestras de arte rupestre de escenas de recolección de la, entonces, oliva silvestre. "Hay que ir reubicando el olivo en nuestro territorio para revalorizarlo y que continúe vivo", señaló Gonell. Además, la asociación propondrá a uno de sus asociados, la Universidad Jaume I, el estudio de la evolución de los molinos de aceite, mientras se organizan y promueven actividades destinadas a dar a conocer la olivera como patrimonio. Con ello, el colectivo quiere implicar a diferentes actores, tanto de la investigación como de la docencia, el turismo o la restauración.

Por eso, cualquiera puede ser "amigo" de estos ilustres ancianos. Un restaurador u hostelero, con una aportación económica para la conservación del paisaje que le rodea. Una escuela, con la difusión de la importancia y el valor de este "paisano" y la concienciación de los niños sobre su importancia.

La Diputación de Castellón, cuyo vicepresidente 4º y responsable de Desarrollo Rural, Ramón Tomás, asistió ayer a la presentación de la asociación, editará un libro en el que se recogerá el inventario de los ejemplares más emblemáticos de la provincia, realizado por la fundación. Mientras, la asociación estudiará, "excepcionalmente", la adquisición de alguno de estos ancianos que buscan amigos.