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OPINION DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Agresiones en centros sanitarios

Hace unos días se produjo una agresión física a un ATS del Servicio de Urgencias del Sector Sur de Sevilla. Siendo grave el hecho en sí mismo, las circunstancias que lo rodean lo empeoran, como es que se llevó a cabo en torno a las tres de la noche y como represalia de un padre por una supuesta agresión sexual a su hija, una menor.

Pocos días después es una auxiliar de otro Servicio del mismo ambulatorio quien sufrió, físicamente, las iras de otro paciente.

Cuando las agresiones se llevan a cabo en el mundo de la Sanidad, además de encontrarnos en unas relaciones tan directamente personales que hacen imposible tomar distancias, incluidas las físicas, rompen una relación fundamental de confianza entre el que presta la asistencia y quien la demanda.

Esto conlleva que tengan unas repercusiones muy negativas en los objetivos sanitarios que se quieren conseguir y en los que es fundamental la confianza mutua.

Hay otros sectores de la sociedad donde parece casi imposible que esto ocurra. ¿Alguien se imagina que un juez sea agredido por un testigo, o mucho menos por un procesado, o por alguien declarado culpable de cualquier delito?.

Estamos ante una violencia creciente que afecta al conjunto de la sociedad pero que, cuando se produce en determinados lugares como en la sanidad, no sólo lo sufren las personas que estén implicadas en ese momento, sino que repercute en una relación fundamental de la vida diaria y las necesidades de todos los ciudadanos, cual es la salud individual y colectiva, así como las relaciones y decisiones que hay que tomar para cuidar de conservarla o restablecerla.

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De no tomarse medias rápidamente, de no implicarse los que más pueden en deshacer las barreras que la violencia y la desconfianza crean entre los ciudadanos, entre los pacientes y los que tienen como misión cuidar y restablecer la salud de ellos, se acabará creando un estado de inseguridad y desconfianza mutua que repercutirá de manera imprevisible en el servicio que se presta, para peor naturalmente.

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