Zafarrancho en Amper

"¡Quién te ha visto y quién te ve!", titulan los analistas de Ibersecurities un informe sobre Amper. El veterano grupo ha purgado sus males en 2003, reduciendo su deuda y cambiando de estrategia y prioridades, e incluso sustituyendo a su primer accionista, pero no ha despejado las dudas de los mercados sobre su futuro. Sus acciones siguen siendo pasto de especulación, tras duplicar su valor en 2003, en base a rumores sobre un próximo movimiento corporativo.

Amper, la veterana subcontratista de Telefónica, harta de acumular números rojos y deudas pese a sus drásticas reestructuraciones, llegó hace unos meses a la conclusión de que la crisis de las telecomunicaciones es estructural y ha decidido encomendar su futuro prioritariamente a los sectores de defensa y seguridad. Un golpe de timón que le ha llevado a vender una de sus joyas, su filial de parquímetros Ibersegur, y la Unidad de Servicios en Red de Amper Soluciones, tras haber enajenado antes numerosos inmuebles.

El grupo ha vendido en los últimos meses varias empresas, como Ibersegur, y numerosos inmuebles y ha reducido sustancialmente su deuda

"2003 ha sido el año de la limpieza", señalan los analistas de Banesto Bolsa, "con una rebaja de los ratios de deuda a niveles óptimos tras la venta de negocios que drenaban beneficios y reducían los margenes de la compañía".

La entrada de Tecnocom en Amper, que se ha convertido en su primer accionista tras adquirir en abril un 12,2% de su capital a Lucent Technologies, ha abierto una serie de especulaciones, que están calentando el valor en Bolsa, sobre su posible fusión. Los analistas de Banesto han analizado esta posibilidad y la desaconsejan en su informe "porque carecería de sentido estratégico para Amper" y supondría una vuelta atras en el enfoque de sus negocios. Tampoco ven beneficiosa, en este caso para Tecnocom, la posibilidad de una adquisición parcial de las áreas relacionadas con los negocios de redes y datos de Amper. Advierten, además, que Amper y Tecnocom reunirían en conjunto el 70% del suministro a Telefónica para redes celulares, casi un cuasimonopolio que perjudicaría a su accionista y mayor cliente.

En los últimos meses, por otra parte, Amper ha empezado a sacar provecho a su nueva estrategia. Así, AENA le ha adjudicado, junto a Telefónica, el suministro de sistemas de comunicaciones para su red de datos de navegación aérea, un contrato de 17,5 millones; se ha hecho con el suministro de los sistemas de mando y control del cuartel general de la OTAN en Valencia, un contrato de 10 millones, y se ha adjudicado un contrato para suministro de sistemas de vigilancia en las costas de Granada a la Guardia Civil.

En los últimos días ha sido seleccionada por Telefónica, que representa aún casi un tercio en la facturación de Amper, para participar, junto a Siemens, Ericsson y SRT-Netro, en la instalación y suministro de equipos de telefonía rural, un contrato que asciende a 450 millones. Los responsables del grupo han anunciado, por otra parte, que esperan recibir contratos del Ministerioo de Defensa por importe de 100 millones de euros.