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Baltazar Torres rinde testimonio de la "catástrofe ecológica" del mundo

El artista luso muestra en Pamplona medio centenar de obras

"He desarrollado una tesis sobre la catástrofe", asegura el artista portugués Baltazar Torres, quien ha convertido el Museo de Navarra en un sorprendente escenario de maquetas y pinturas que rinden testimonio de un mundo de devastación. "Sólo muestro nuestra relación con el contenedor de basuras en que hemos convertido el planeta en el que vivimos", explica Torres (Figueira de Castelo Rodrigo, 1961), uno de los artistas lusos más brillantes de este nuevo siglo.

El museo pamplonés es la primera pinacoteca española que acoge una exposición de un creador cuya peculiar obra forma parte de colecciones como las del Centro de Arte Moderno de la Fundación Gulbekian de Lisboa, o los centros de arte contemporáneo de Málaga, Coimbra, Santiago de Compostela y la Fundación Salomón, en Francia.

Bajo el título Escenas de un mundo perfecto, se presentan 50 instalaciones, esculturas y pinturas creadas entre 2001 y 2003, en su mayor parte maquetas de espacios suburbanos habitados que ocultan los múltiples desechos industriales generados por la sociedad de consumo. Usando materiales simbólicos como ruedas, botellas de butano, ladrillos, bidones de petróleo o contenedores, Torres los puebla con diminutos personajes que sobreviven rodeados de autopistas, trenes que descarrilan, barcos que encallan vertiendo crudo al mar, vehículos accidentados y productos tóxicos que arden.

Tras la aparente ingenuidad de las maquetas subyace la transgresora mirada del compromiso ecológico. La estética (un contenedor de basura entreabierto en cuyo interior se sostiene una red de autopistas iluminadas) da paso a la ética. "Busco un escenario propio, no vinculado necesariamente a la realidad, un mundo onírico que muchas veces, por desgracia, coincide con lo que el día a día nos ofrece", explica el autor.

Para Fernando Francés, comisario de la muestra, la obra de Torres es "una tesis sobre la ética humana" que expone lo que avergüenza al hombre, "lo que mancha, lo que salpica, lo que se oculta bajo tierra. Usando un instrumento del pasado, la maqueta, plantea la tesis de un futuro de destrucción".

Las piezas de Torres, profesor de las universidades de Oporto y Católica Portuguesa, se completan con series pictóricas de superficies desoladas, distribuidas en franjas horizontales con amplios campos de color que evocan visiones ardientes y subrayan la desolación del conjunto. Mantente alejado, Invierno o La verdadera cara del paisaje complementan a la perfección maquetas y esculturas tan inquietantes como En el jardín, Alta radiación, Marea negra, Piscina privada o Ruedo, en las que el ser humano es apenas un punto, una diminuta figurita de juego apenas perceptible. La exposición permanecerá abierta hasta el 25 de marzo.

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