Un error arbitral decisivo
A lo largo del partido no lo hicieron mal, pero Ulrich y Lemme, los árbitros del España-Croacia, tuvieron un error al final que fue decisivo. Supuso el último gol y, como consecuencia, dieron la victoria a Croacia. Eso les condena, porque ni Croacia mereció ganar, ni España perder.
Desde el principio España fue a por el partido. En cambio los croatas se encontraron con él. Tuvieron siempre una actitud prepotente, probablemente por ser los campeones mundiales, que afectó también a su pieza fundamental, el central Balic. Este equipo necesita recuperar la humildad que tuvo en Portugal el año pasado y que les permitió ganar el título a pesar de haber perdido el primer partido contra Argentina. Si no cambian esta actitud no creo que vayan a llegar muy lejos.
Ayer, España supo cómo atacar la defensa en 3-2-1 y obligó a Croacia a cerrarse atrás para frenar las buenas acciones tanto de la primera como de la segunda línea. En defensa, el equipo de Argilés tuvo que dar más profundidad al 5-1 para frenar a Balic y lo logró con Hernández como avanzado. Pero entonces, surgió el juego de los laterales con el pivote y ahí quedaron en evidencia algunas debilidades de la defensa española. Le sigue faltando algo de consistencia y de intensidad. Barrufet fue una pieza clave del partido y, para mí, sobresalió Belaustegui en el ataque, donde marcó, además, los tres penalties que lanzó: asumió la responsabilidad.
España jugó un buen partido y mereció ganar. Tuvo errores, sin duda, sobre todo en los ataques estáticos porque los contraataques los resolvió con eficacia y demostró que es un equipo que puede jugar con mucha velocidad. Pero, al final, la condena les llegó por una decisión arbitral equivocada. La sentencia la dictaron los árbitros.
Valero Rivera entrena al Barcelona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.