Chaves exige el pago de la deuda y pide al Partido Popular que no trate a los andaluces como a ingenuos

Como un martillo pilón, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, volvió a exigir ayer al Gobierno de la nación la convocatoria inmediata de la comisión mixta de transferencias para la firma del acuerdo sobre la liquidación del anterior modelo de financiación autonómica (1997-2001), después de que el Ministerio de Hacienda asumiera una deuda de 2.500 millones de euros y condicionara su pago a un cambio de gobierno en Andalucía. "El PP tiene que dejarse de maniobras dilatorias y dejar de tratar a los andaluces como ingenuos e ignorantes", dijo Chaves en Algeciras.

Tal y como vaticinara el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, el Gobierno andaluz y todos los socialistas van insistir durante todos los días de la campaña en reclamar el pago de la liquidación por el anterior modelo de financiación autonómica, una deuda que el propio Partido Popular cifra en 2.500 millones de euros. La Junta eleva esta cantidad casi al doble, pero ya hace un año dijo estar dispuesta a aceptar que se le aplicara los mismos criterios que se utilizaron para saldar la deuda de Castilla-La Mancha y Extremadura, oferta que rechazó en su día el Gobierno central.

"El Gobierno no tiene motivos para dilatar la firma del acuerdo", dijo ayer Manuel Chaves, "ya que los recursos presentados por la Junta de Andalucía se pueden retirar en 24 horas con la presentación de un escrito en los tribunales en los que fueron depositados".

El candidato socialista a la presidencia de la Junta exigió al Partido Popular "que no diga que no se puede pagar la deuda acumulada con Andalucía, porque no da tiempo a retirar los recursos".

"Si el PP no firma el acuerdo antes del 14 de marzo, quedará mal con los ciudadanos", opinó Manuel Chaves, quien mantuvo en Algeciras, una serie de reuniones con colectivos ciudadanos del Campo de Gibraltar.

En cuanto al enfrentamiento que PSOE y PP mantienen acerca de las campañas de publicidad institucional del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y de la propia Junta de Andalucía, Manuel Chaves manifestó que "el mismo día en que se publicó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, el decreto de disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones [el pasado día 20], se dieron las consignas a cada una de las consejerías para que se paralizasen las campañas publicitarias correspondientes" y atribuyó a algún fallo de comunicación el que se hayan publicado anuncios. La propia Consejería de Obras Públicas reconoció el pasado miércoles que la publicación en tres diarios andaluces de un anuncio, en el que se daba cuenta de la entrada en funcionamiento de una tubería de abastecimiento de agua en la Costa del Sol, se debió a un "error de fechas".

Chaves volvió a reclamar a la aspirante del PP que diga de manera clara si dejará que gobierne la lista más votada. El líder socialista instó a Martínez a "que sea honesta y lógica; y cumpla lo que ella exige a los demás, que sea consecuente con la exigencia que ha realizado para que yo cumpla mi compromiso de no gobernar Andalucía si el PSOE no consigue la mayoría de votos y no aplique la ley del embudo, lo ancho para ella y lo estrecho para los demás".

"Mi compromiso irá a misa y por eso, a quien hay que preguntar ahora sobre qué determinación va a tomar es a la candidata popular que debe demostrar su honestidad política", añadió Chaves, que una vez más reiteró su intención de renovar el pacto con el Partido Andalucista. No obstante, el candidato socialista matizó: "No creo que vaya a necesitar pacto alguno, porque aunque todos sabemos que es difícil, la mayoría absoluta no es imposible".

Manuel Chaves aprovechó la jornada en el Campo de Gibraltar para mantener una reunión con los presidentes de las autoridades portuarias de los puertos de interés general de Andalucía, tras la cual volvió a pedir al Gobierno la concesión de un régimen económico especial para el puerto algecireño, con el objetivo de conseguir una reducción en las tasas portuarias que le permita mantener una mayor competitividad con el puerto de Gibraltar, al que llamó "puerto flotante de trasvase de combustible".