Caos ferroviario en Francia por un paro laboral

La temporada de huelgas de 2004 comenzó ayer con el caos provocado en la región de París por la paralización casi completa de los trenes de cercanías, indispensables para comunicar una zona poblada por 11 millones de personas. Otras líneas regionales de Francia y las de larga distancia sufrieron perturbaciones. El paro fue convocado en protesta por la reducción de 3.500 empleos en los ferrocarriles, pero también sirvió de advertencia contra la creación de servicios mínimos. Una cuarta parte de los ferroviarios lo siguieron, según la empresa, mientras el sindicato CGT habló de un tercio. En cualquier caso, la mitad de los maquinistas no quiso trabajar, con lo que la huelga se notó más. Para hoy han sido llamados a la huelga los empleados de los aeropuertos de París, en protesta por la transformación del ente estatal en sociedad anónima, lo que anuncia retrasos en Orly y Charles de Gaulle, los aeropuertos de la capital. También habrá paros en los hospitales contra la escasez crónica de efectivos.

A diferencia de España, los poderes públicos franceses no tienen derecho a fijar servicios mínimos. El Gobierno trata de introducir una norma "de alarma social" en la Empresa Nacional de Ferrocarriles (SNCF, siglas en francés) que obliga a intentar un arreglo con los sindicatos en caso de conflicto y a fijar la lista de trenes que deben circular.