Arias Cañete defiende las inversiones del Plan de Regadíos porque justifican el trasvase del Ebro

El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, aprovechó la inauguración de las obras de modernización del regadío en Monforte del Cid y de Monteagudo de Novelda para justificar la puesta en marcha del PHN. "La inauguración de hoy [ayer para el lector] se inscribe como una obra fundamental no sólo del propio plan (nacional de regadíos), sino el Plan Hidrológico Nacional", afirmó. En el mismo sentido habló el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, quien también defendió la rentabiliad del campo a pesar de que éste pierde profesionales y tiene una renta baja.

El ministro propone una organización para los productores de Uva de Mesa Embolsada

Camps remarcó los argumentos que Arias Cañete esgrimió en las dos poblaciones del Vinalopó Mitjà y afirmó que "una obra de estas características legitima absolutamente el trasvase del agua del Ebro a nuestra comunidad".

Los 8,6 millones de euros invertidos en las obras de 19 meses permitirá, según el director ingeniero, Luis Alberto Conesa Ripoll, un ahorro de agua del 25% y un crecimiento de la producción de uva de mesa -principal cultivo de la comunidad - del 30%. La producción de uva de mesa de esta superficie alcanza los 38 millones de euros por campaña anual. "La obra ha consistido en la transformación del riego tradicional por inundación por el riego localizado y por goteo" en más de 1.480 hectáreas de cultivo de los 1.200 socios de la Comunidad de Regantes de Monforte del Cid. La infraestructura, que cuenta con una nueva balsa de riego, ha necesitado unos 100 kilómetros de tubería y la instalación de 1.500 sistemas de distribución de agua en parcelas.

No obstante, la Comunidad de Regantes de Monforte del Cid acumula un déficit de agua de 5,8 hectómetros, a pesar de la reducción de la carencia inicial situado en 8 hectómetros, según datos ofrecidos por Conesa. Los agricultores de Monforte disponen de una concesión de agua de 10 hectómetros cúbicos, seis de ellos procedentes de pozos de Biar y otros cuatro de aguas depuradas de Elda y Alicante.

Arias Cañete alabó la "valentía" del agricultor alicantino que ha facilitado la modernización de los regadíos con su apuesta de sufragar con "sus propios ahorros parte del gasto de las administraciones en estas obras".

Durante su presencia en Alicante, el ministro de Agricultura también habló sobre otros temas agrarios. Se mostró convencido de que el sector olivarero español "va a seguir recibiendo en lo sucesivo más de mil millones de euros anuales" de la Unión Europea que, recordó, tomará una decisión en abril. También propuso la creación de una organización de productores de la Denominación de Origen Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó para obtener, argumentó, "mejores condiciones de comercialización de sus productos". Horas más tarde, en Valencia, destacó que más de 270.000 escolares pasarán por el aula Pezqueñines del edificio de Educación e Integración de L''Oceanogràfic para aprender el consumo responsable de pescado.

Durante la visita de Arias Cañete a Valencia, Francisco Camps esgrimió que el campo valenciano con su modernización "va a seguir siendo un terreno de rentabilidad social y económica". El responsable del Consell añadió que la agricultura es una pieza fundamental "de nuestra forma de entender la vida, de nuestra economía, que genera empleo y riqueza". El optimismo de Camps, sin embargo, choca con los datos que manejan las organizaciones agrarias y con sus reivindicaciones. A mediados de diciembre la Unió de Llauradors aseguró, con datos del Instituto Nacional de Estadística, que el campo valenciano ha perdido 34.123 titulares de explotaciones agrarias o ganaderas entre 1989 y 1999. La organización agraria recordó, además, que la renta agraria media no alcanza ni el 55% de la media en el resto de sectores. En una línea similar, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) consideró "preciso" pocos días después lograr que el campo resulte atractivo para los jóvenes y que, por tanto, ofrezca calidad de vida y estabilidad económica que en la actualidad está lejos de ser una garantía.

La declaraciones de Camps sobre la salud del sector agrario volvieron a chocar con la realidad del mismo, como ocurrió hace unos días en la inauguración de Textilhogar, donde consideró al textil como motor de empleo en pleno proceso de reestructuración del sector.