El plan de ordenación tratará a la Costa del Sol como una "metaciudad" sin exclusivo uso turístico

El desarrollo que la franja occidental del litoral de Málaga ha experimentado en los últimos años, que la ha convertido en un continuo urbano que aglutina a una decena de municipios, exigen una planificación y ordenación del territorio que consideren todos los aspectos de una gran ciudad más allá de la mera consideración de un destino turístico, como ha ocurrido hasta ahora. Ésta es la apuesta lanzada ayer por la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, y por el director del plan de ordenación subrregional de la zona, José Seguí.

"La Costa del Sol no sólo es un destino turístico, es una gran ciudad que debe configurarse de otra manera, no como una suma de municipios, sino como una ciudad de ciudades", explicó Gutiérrez en la inauguración de unas jornadas técnicas en Mijas sobre el plan de ordenación de la zona cuya formulación aprobó el martes del Consejo de Gobierno de la Junta.

El director del plan, el arquitecto y urbanista José Seguí, explicó que pese a la colmatación de los usos urbanos de la franja litoral, el territorio de la Costa del Sol "no se ha acabado y tiene unas expectativas de desarrollo de gran potencialidad que necesitan un diseño como una ciudad de ciudades, una metaciudad, y no sólo como territorio de intensidad turística". Seguí recordó que la Costa del Sol es un lugar de residencia no ya para la Tercera Edad, sino para muchos trabajadores europeos que han optado por instalarse en la zona y trasladarse a sus lugares de trabajo cuatro días a la semana. La proyección a una década que hace la Junta es que en esta franja puede asentarse una población de dos millones de personas, si bien algunas entidades financieras estiman cuatro millones.

Para Seguí, el urbanismo ha experimentado una revolución por la movilidad con una nueva dimensión territorial. Puso como ejemplo de este modelo de metaciudad el caso de Madrid, pero aseguró que la Costa del Sol es el "campo de maniobras más claro en este concepto moderno que existe en la actualidad en toda la franja mediterránea".

La consejera resaltó que este es un momento muy oportuno para abordar el plan subrregional porque se hará de forma "paralela y coordinada" a la revisión de los planes de ordenación urbana que deben afrontar los municipios antes de 2007. La planificación como "unidad urbana y ciudadana" de la Costa del Sol es necesaria, dijo, para "mantener su atractivo y los estándares de calidad y evitar riesgos ciertos que existen en la actualidad".

La consejera definió cinco aspectos imprescindibles a los que hay que dar respuesta: transportes -ciclo integral del agua y reutilización de las aguas residuales que permita a su vez liberar recursos para el consumo humano-, definición de ámbitos protegidos que permitan un desarrollo armónico y respetuoso con el medio ambiente, definición y reserva de suelo para usos productivos y equipamientos y no solo vivienda, y dotación de equipamientos de gran ciudad que desde cada ayuntamiento no serían asumibles.

Seguí aseguró que frente a la tendencia seguida hasta ahora de definir los usos de suelo sólo con la perspectiva de la funcionalidad turística, hay que marcar también otros usos productivos -polígonos industriales, innovación tecnológica, servicios- propios de una gran ciudad.