Zapatero promete descentralizar los nuevos organismos reguladores de la economía

José Luis Rodríguez Zapatero asumió ayer en Barcelona el compromiso de descentralizar fuera de Madrid y por la geografía española los nuevos organismos que se creen para regular la economía en caso de que el PSOE gane las elecciones de marzo. Fue uno de los guiños al auditorio reunido por el Círculo de Economía, en un discurso que trasladó al ámbito económico la España plural que defiende su partido. Hubo otros: Cataluña, que "interesa por razones de Estado" y requiere más inversión, debe enmarcarse en una España con "distintos polos económicos" que hagan crecer al conjunto.

El primer acto del candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno tras la disolución de las Cortes y la consiguiente convocatoria de elecciones tuvo lugar en Barcelona. El líder socialista subrayó la idoneidad de Cataluña para lanzar su mensaje de descentralización económica teniendo en cuenta el debate de un nuevo modelo de Estado generado por la formación del Gobierno tripartito catalán.

Zapatero quiso que la nueva vertebración de España que persigue ahora su partido tenga su traducción en materia económica, ante un público nutrido de miembros de un Círculo de Economía que no ha cesado de reclamar el fin de un modelo económico excesivamente centralista.

La política del PP, subrayó el dirigente socialista en esta línea, "ha propiciado un fuerte proceso de concentración geográfica de los centros de decisión económica", una política que ha conllevado "perniciosas consecuencias". Fue la razón que adujo Zapatero para explicar que el PSOE apuesta por "la descentralización de los nuevos organismo públicos reguladores de la economía".

La mayor imbricación en Europa, con la consiguiente adaptación de normativas comunitarias, puede conllevar la creación de agencias estatales públicas nuevas. Pese a que en el posterior coloquio hubo preguntas que abundaron sobre la cuestión, Zapatero no hizo mención específica a los organismos que ya existen, como la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) o el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC). Sí hizo alusiones a la insuficiente independencia de este último, partiendo de un hilo conductor: nunca como ahora, "desde el régimen anterior", había habido en España tantas "pautas de conexión" entre el poder económico y el poder político. A esta supuesta connivencia, Zapatero, que tenía como anfitrión al presidente del Círculo de Economía y de Gas Natural, Antoni Brufau, contrapuso la necesidad de "despolitizar el control de las fusiones".

A la descentralización de organismos, el dirigente del PSOE, que prometió mayor sensibilidad a la demanda de inversión del Estado en Cataluña y su petición de una mejora en su financiación autonómica, sumó también la necesidad de una inversión del Estado menos centralizada. Muchas de las preguntas aludieron a este clamor empresarial y de buena parte del arco político. Otras apuntaron con "perplejidad" a la voluntad del líder del PSOE de intentar gobernar sólo si su partido es el más votado.

"No quiero ganar para formar un Gobierno anti-PP. Eso dura un día", subrayó Zapatero, quien reiteró su "convicción personal" de que para la renovación que quiere llevar a cabo busca contar con la legitimidad de una mayoría de ciudadanos.