La Comunidad alega que existe "oposición vecinal" a la creación de más internados de menores conflictivos

El director gerente del Instituto del Menor y la Familia (IMMF) de la Comunidad de Madrid, Juan José García Ferrer, admitió ayer la necesidad de crear "de forma inminente" más plazas de menores para la ejecución de medidas judiciales, tanto en régimen cerrado como semiabierto, si bien aseguró que las negociaciones que se están manteniendo para abrir nuevos centros chocan con una "oposición ciudadana muy fuerte", como sucede en Collado Mediano y Tielmes.

Ferrer declaró a Europa Press que el próximo miércoles se reunirá con los sindicatos CC OO, UGT y CSIT en relación con el encierro que desde el pasado viernes mantienen los trabajadores de los centros de reforma El Madroño, Altamira y Renasco para denunciar la "saturación" de estas instalaciones. García Ferrer pidió a los representantes sindicales "más tiempo para conocer la situación de la red en su conjunto", ya que se incorporó a su cargo el pasado 19 de diciembre.

El director gerente del IMMF señaló que el aumento de ingresos de menores registrado en los centros de reforma es una situación "provisional", que comunicó en su momento a los comités de empresa respectivos. Concretamente, en El Madroño hay 17 menores, cuando su capacidad es de 15; en Altamira hay 22, frente a los 20 para que está diseñado; y el Renasco alberga actualmente a 22 menores, cuando las plazas disponibles son 19. García Ferrer recalcó que, desde el pasado 9 de enero, los jueces han puesto a disposición de la Comunidad de Madrid, a través del IMMF, a 33 menores, lo que considera una situación que "es muy difícil de prever".

Por otra parte, el sindicato CSIT-Unión Profesional se sumó a partir de ayer al encierro que desde el pasado viernes mantienen trabajadores de los centros de reforma de menores El Madroño, Altamira y Renasco, convocado por CC OO y UGT ante la masificación de estos reformatorios dependientes de la Comunidad de Madrid.