Guetos B, de 'botellón'
Soy vecino de Tres Cantos desde que en 1983 vine buscando para mi familia y para mí un entorno saludable, contribuyendo con nuestro esfuerzo e ilusión a poner en marcha una ciudad completamente nueva. Sin embargo, como en otras muchas ciudades de nuestro país, esa lacra social conocida como el botellón se adueñó de buena parte de la misma durante las noches de los fines de semana, noches que pasaron a ser insufribles: ruido, suciedad, peleas... Afortunadamente, y aunque las prohibiciones no me gustan, una ley de junio de 2002 puso en orden y, desde entonces, la situación mejoró de modo muy notable.
Pues bien, el motivo de esta carta es que he leído, tan estupefacto como indignado (EL PAÍS, 12 de enero) que "Tres Cantos habilitará nueve zonas para consumo de alcohol en la calle", entre ellas la mía . Se me ocurren varias preguntas: ¿De verdad creen nuestros munícipes que el problema se resuelve confinándolo en zonas a modo de guetos? Supongo que estas zonas se denominan B por lo del botellón.
¿Puede un Ayuntamiento saltarse una norma de rango superior como la de la Comunidad de Madrid? Si lo que se pretende es "comunicación directa" con los jóvenes a través de un educador social, ¿no hay otras alternativas? O, ¿no será que se busca el voto juvenil a con permisividad?
Aún suponiendo que se tratara de un experimento sociológico novedoso y bienintencionado ¿no serían suficientes zonas como el Recinto Ferial, alejado de los vecinos? Por último, quizá lo más importante: el derecho de los menores a una correcta educación de cara a su salud futura. ¿Cómo le explico a mi hija de 12 años que el botellón es nefasto si, a las puertas de casa, el Ayuntamiento lo promueve?
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