Sanidad reorganizará el transporte sanitario para evitar retrasos

El actual modelo de transporte sanitario de Cataluña, que tantas quejas ha suscitado por los reiterados retrasos de las ambulancias, será totalmente reorganizado. La nueva consejera de Sanidad, Marina Geli, ha anunciado que el servicio urgente, el que más críticas ha generado, pasará a ser controlado exclusivamente por un organismo público, mientras que el transporte programado seguirá gestionado por empresas privadas.

Fuentes del Departamento de Sanidad señalan que la reorganización del transporte sanitario se realizará el próximo mes de junio, aprovechando que vence la actual adjudicación del servicio. El sistema vigente de ambulancias se instauró en el año 2000 con el rechazo frontal de los grupos que hoy gobiernan la Generalitat, el PSC, ERC e ICV, que entonces estaban en la oposición. Estos partidos criticaron que el Gobierno de CiU adjudicara el servicio a la baja, sin la dotación presupuestaria necesaria y con una planificación de los recursos no acorde con las necesidades reales de cada una de las 48 zonas en que dividió el territorio. La oposición endureció sus críticas tras varias muertes en accidente atribuidas a la excesiva tardanza de la ambulancia en llegar al lugar del siniestro.

La experta en transporte sanitario Núria Segú, portavoz de la comisión de política social del Grupo Socialista en el Parlament, explica que en muchos casos el problema se debía a que la empresa adjudicataria de la zona no tenía ninguna ambulancia libre en el momento requerido porque la estaba utilizando para un servicio programado. "El Gobierno de CiU quiso resolver este problema contratando con estas empresas ambulancias paradas, es decir, disponibles las 24 horas sólo para los casos de urgencias", indica Segú. "Sin embargo, estas ambulancias no podían ser activadas directamente por Sanidad, sino a través de la empresa privada, lo que restaba efectividad al servicio", agrega la diputada socialista.

El objetivo de la nueva titular de Sanidad es separar el transporte urgente y el programado, y centralizar en la Administración pública la gestión del primero en todo el territorio. Además, para evitar confusiones al usuario y optimizar los recursos, los dos servicios de emergencias y urgencias actuales, el 112 y el 061, se integrarán en uno solo que dependerá del Departamento de Sanidad. El servicio 112 depende actualmente de Interior y prevé la activación de bomberos, sanitarios, agentes de seguridad y protección civil en casos de emergencias.

En la actualidad, el transporte sanitario de urgencias es gestionado exclusivamente por la Administración pública sólo en Barcelona. El servicio, que se activa desde el 061, es controlado por la empresa Scuba, integrada por el Ayuntamiento y la Generalitat. En el resto de Cataluña, el 061, gestionado por la empresa de la Generalitat Semsa, se ocupa del servicio urgente, aunque en algunas zonas se limita a mandar una ambulancia de la empresa privada adjudicataria de la zona.

Sanidad está estudiando el coste económico que supondría la implantación del nuevo modelo de transporte público. Núria Segú apunta que no exigiría mucho más dinero del que cuesta el actual modelo, cuyos recursos se optimizarían. El transporte sanitario urgente y programado costó a Sanidad unos 65 millones de euros el año pasado (unos 11.000 millones de pesetas).

Los planes anunciados por Marina Geli para reorganizar el sector de las ambulancias han sido acogidos con satisfacción por la Coordinadora de Usuarios de la Sanidad y por el sindicato Metges de Catalunya, mayoritario en la sanidad catalana. La coordinadora espera que el nuevo modelo evite retrasos de las ambulancias en el servicio urgente y en el programado.

La patronal de las empresas adjudicatarias, la Asociación Catalana de Empresarios de Ambulancias (ACEA), ha eludido evaluar los planes de la consejera Geli hasta conocerlos de primera mano.