"Francisco no tenía motivos para irse"

Elisabeth Fernández Álvarez tiene una entereza envidiable. Su hermano, el empresario granadino Francisco Fernández, de 27 años, desapareció en Córdoba el 7 de noviembre. Las cámaras de una sucursal bancaria le grabaron ese día saliendo con 3.000 euros. El coche, un BMW serie 3, apareció abierto en un barrio marginal de Córdoba. La policía sigue su pista en Shanghai, tras varias batidas en el barrio de Córdoba. Su familia asegura que en esta historia sólo hay una cosa segura: que Francisco no se ha marchado. Elisabeth es licenciada en filología, tiene 24 años y ahora estudia comunicación. Elisabeth, con voz firme y serena asegura que no pierden la esperanza, pero que lo peor es la incertidumbre.

"En estos casos la imaginación se dispara y llegas a imaginar cualquier aberración"

Pregunta. ¿Cómo lo llevan?

Respuesta. Mal. Sobre todos mis padres. Mi hermana y yo trabajamos y lo podemos soportar, pero mis padres se pararon desde que desapareció mi hermano. Mi padre se ha dedicado a buscarlo y mi madre se dedica a llorar en casa.

P. ¿Qué creen que ha pasado?

R. Hemos pensado que le ha podido ocurrir de todo, porque es un caso muy complicado, porque no hay pistas y porque ha pasado mucho tiempo. En esas ocasiones la imaginación se dispara y piensas cualquier aberración, por macabra que sea. Lo único que sabemos, por como era mi hermano, es que no se ha ido.

P. ¿Cómo están tan seguros?

R. No tenía problemas como para irse. No hay deudas millonarias ni nada raro detrás. Su empresa [fabricaba objetos de taracea] tenía deudas, pero porque tiene sólo dos años y todavía no ganaba, pero es normal y estaba avalado por mi padre. Tenía su novia y se iba a comprar su piso ese mismo día.

P. La policía investiga la pista que aportaron dos empresarios españoles que dicen haberlo visto en Shanghai.

R. Es la única pista fiable, porque esas personas han declarado con nombres y apellidos. Mi hermano desapareció el viernes y esas personas dicen que lo vieron el domingo 9 de noviembre, no ahora. La pista no es nueva y no ha conducido a nada. No concuerda porque una de las mujeres que lo vieron dice que se fijó en él porque le faltaban unas piezas de la ortodoncia. Dos días antes de desaparecer había estado en el dentista y estaba perfectamente. No creo que se los arrancara.

P. Lo que es difícil de entender es que si quería marcharse, se llevase 3.000 euros del banco y no la cuenta entera.

R. Él no sacó dinero, sino que un cliente le pagó 5.000 euros e ingresó 2.000 en el banco. Si se hubiera querido ir, se lo habría llevado todo.

P. ¿Cree que la policía se lo está tomando en serio o que da por buena la hipótesis de la desaparición?

R. Se lo están tomando en serio, pero es muy difícil porque no hay nada. El coche estaba aparcado y abierto.

P. ¿Qué pensaron cuando les dieron la noticia?

R. Al principio pensábamos que no tenía importancia, que ya aparecería, después que le podían haber robado... cuando pasa el tiempo y no hay ninguna pista, la policía sólo puede agarrarse a lo de Shanghai.

P. ¿Estaba relacionado con drogas?

R. No, nadie se va de Córdoba a comprar droga. Si se dijo al principio es porque el coche apareció en un barrio en el que se vende droga. El coche estaba allí porque el barrio está en la salida de Córdoba hacia Granada.

P. ¿Qué pueden hacer?

R. Esperar y confiar y dar todas las pistas que podamos dar, pero no hemos encontrado nada ni en mi casa ni en su ordenador, no hay nada raro.

P. ¿Están en contacto con la policía?

R. Permanentemente. Mi madre les llama cada dos por tres.

P. Su padre llegó a buscar él solo a Francisco por Córdoba. ¿Encontró algo?

R. Dos mujeres de un bar le dijeron que lo habían visto esa tarde entrar al baño del bar y salir a la calle, donde lo esperaba un hombre. Cuando la policía las interrogó ya no lo tenían tan claro y dudaron ante el vídeo, así que no le dieron credibilidad.

P. ¿Temen que esto se acabe y se convierta en un caso de desaparición del que nadie se acuerda?

R. Tememos eso y tememos que se alargue. De vez en cuando la gente te cuenta, 'yo sé de uno que se dio un golpe en la cabeza y apareció en su casa 11 años después sin saber nada'.

P. ¿Y si está muerto?

R. Sería terrible, pero lo peor es la incertidumbre.