No le gustan a nadie
El ministerio niega la "guerra de los calcetines". Ahora resulta que los calcetines blancos no le gustan a nadie en el Ministerio holandés de Finanzas, cuyo titular, el liberal Gerrit Zalm, ha conservado su cartera tanto con los socialdemócratas del Gobierno anterior como con la actual coalición cristianodemócrata. Después de que un alto funcionario abogara en una de las publicaciones internas del departamento por la supresión de la calceta de color nieve porque, según dijo, desentonaban con el resto del atuendo oscuro de sus colegas, portavoces ministeriales aseguran ahora que muchos empleados están de acuerdo con él. "Era una opinión personal, pero ampliamente compartida. Lo lógico es vestirse bien para cada ocasión", dijeron ayer en La Haya. Sorprendida ante el frenesí internacional que había provocado la posibilidad de que se hubiera prohibido tan humilde prenda, Hacienda subrayó que el asunto nada tenía que ver con la tolerancia, casi una virtud nacional. Lo que estaba en juego era el buen gusto. Y como concluyeron los mismos portavoces, "los empleados de esta casa saben cómo coordinar su ropa, desde luego".
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