¿Seguridad en la aviación?

Seguramente, todas las personas que hayan volado en el último año habrán percibido ese incremento en la seguridad que se encuentra al borde del insulto a las libertades personales. Un ejército de vigilantes se encarga de escudriñar su persona y sus pertenencias, para evitar que consiga usted pasar con su cortaúñas de toda la vida. Además, otros tantos agentes de la Guardia Civil controlan a esos vigilantes para que cumplan su cometido correctamente; también se ha multiplicado por cien el gasto en scaners y equipos de vigilancia electrónica; en definitiva, un gasto impresionante.

Pero lo que probablemente no habrán podido percibir esas personas es que aquellos trabajadores /as a los que se les confiaba la operación de las aeronaves a pie de pistas están sufriendo una ultrajante agresión.

A las señoras de la limpieza les quieren hacer contratos de un mes con el sueldo mínimo. El "catering" se reduce al máximo. A las azafatas les hacen la vida imposible con traslados incoherentes para que aguanten lo menos posible y se vayan, cogiendo gente más joven y más barata. Y el paso más arriesgado, suprimir las inspecciones técnicas durante la operación diurna que, como su nombre indica, la realiza un técnico aeronáutico especializado. La nueva táctica es que realicen esta inspección los pilotos. Les dan un cursillo para que lo hagan y ¡ala, a volar!

Yo no soy un estudioso de la macroeconomía internacional, sólo soy un técnico que ve que cada día surgen infinidad de problemas en las aeronaves que hemos de solventar.

Sólo deseo transmitir esta situación a todos esos posibles pasajeros que no saben qué tipo de inspecciones pasa el avión en el que van a volar, pero lo que sí que saben es que ningún terrorista pasará con un cortaúñas.