El Betis pone a dieta a Tote y a Denilson
Los delanteros del Betis, Denilson y Tote, están sufriendo los últimos días una dieta alimenticia con la que se busca que ambos recuperen el peso ideal marcado por los equipos médicos del club sevillano. El responsable de esta área en el conjunto de Heliópolis, Tomás Calero, aseguraba ayer, en conversación telefónica, que ambos jugadores recibieron la orden de seguir una dieta "de bajo impacto", después de que un pesaje realizado a la plantilla a la vuelta de las vacaciones navideñas mostrara que ambos traían kilos de más sobre el citado ideal.
"No es nada extraño, ni agresivo", afirmó Calero, "ambos jugadores habían estado lesionados, por lo que no entrenaron al ritmo de los demás durante varias semanas. Si a eso le añades el parón de las vacaciones, una época muy dada a comer cosas muy poco habituales durante el resto del año, el ligero sobrepeso es algo que entra dentro de lo que se puede considerar normal. Además, el plazo fijado para la dieta ya está a punto de cumplirse, pues ambos están ya casi en el peso que nosotros consideramos idóneo".
La dieta que siguen estos dos futbolistas es, en cualquier caso, mucho menos virulenta de lo que pueda ser la de cualquiera que intenta bajar unos kilos. En primer lugar, son deportistas de élite que tienen un desgaste calórico alto casi a diario. Pero, según subraya Calero, precisamente esa condición de deportistas hace que la retirada de alimentos de sus ingestas diarias se tenga que hacer de manera muy cuidadosa. "Los jugadores tienen que tener energías para entrenarse y jugar. No se les puede quitar la comida de golpe. Además, ellos tienen que consumir tanto la alimentación específica diseñada para antes de los partidos como la posterior a estos y, en estas semanas en las que se juegan los partidos los miércoles, no se puede dejar posibilidad alguna a que los jugadores tengan un bajón de rendimiento por debilidad".
Calero deslindó tajantemente cualquier relación de la dieta con la extraña situación que vivió e hizo pública el propio Tote a finales del mes pasado. El delantero madrileño se quejaba amargamente de no ser capaz de llegar al punto de forma y llegó a asegurar que los médicos del Betis -que hoy se mide al Zaragoza- investigaban qué podría ser lo que le llevaba a tener esa sensación de agotamiento y falta de fuerzas que le impedían jugar.
Esta misma semana, otro delantero bético, Dani, se ha quejado, asimismo, de una situación extraña. El sevillano asegura que ha perdido su punto de velocidad, aunque por el momento no da pistas de dónde cree él que está la causa.
