Yossi Ginossar, mediador entre el primer ministro israelí y Yasir Arafat
El pasado lunes falleció a los 58 años, como consecuencia de un cáncer, Yossi Ginossar, quien fuera el principal intermediario entre el Gobierno israelí y la Autoridad Nacional Palestina durante todo el proceso de Oslo y parte de la segunda Intifada. Antes de convertirse en el transmisor de mensajes entre los sucesivos primeros ministros laboristas de la década de los noventa -Isaac Rabin, Simón Peres y Ehud Barak- con el presidente palestino, Yasir Arafat, Ginossar desempeñó cargos relevantes dentro del servicio de seguridad interior, el Shin Bet. Debido a esto fue nombrado por su entonces director, Abraham Shalom, para liderar la investigación del caso que pasó a la historia de Israel bajo el nombre de Affaire del Autobús 300, en el que en 1985 dos terroristas palestinos fueron torturados y ejecutados por agentes del servicio, después de haber sido capturados con vida tras secuestrar un autobús de línea.
A pesar de que su labor teórica era desenmascarar las circunstancias en que ocurrió el crimen, en la práctica su función fue la de coordinar las versiones de los hechos de todos los que estaban implicados, entre ellos el que luego fuera ministro de Defensa, Isaac Mordechai, y el actual diputado del Likud, Ehud Yatom. Ginossar se terminó convirtiendo en el principal encubridor de una trama de la que luego se supo había sido tejida por el propio director, Shalom. Pero, al igual que los demás, fue exonerado de toda responsabilidad mediante un decreto presidencial, aunque, como el resto, tuvo que presentar su dimisión, para salvaguardar la credibilidad del servicio.
Ginossar pasó a ser un hombre de negocios, y dados los contactos privilegiados que mantuvo con la OLP durante sus años en activo, fue recuperado por el difunto primer ministro, Isaac Rabin, para crear un canal directo con su presidente, Yasir Arafat. Desde ese momento, ejerció como intermediario con la cúpula palestina, destacando sus relaciones con el mano derecha de Arafat para las cuestiones financieras, Mohamed Rashid, con el que creó varias empresas conjuntas. Tras el estallido de la Intifada, Ginossar y Rashid, pasaron a ser el principal canal de comunicación entre Barak y Arafat. Una vez evolucionó la revuelta palestina y el Likud tomó las riendas del país, Ginossar fue repudiado políticamente debido a su filiación laborista. Incluso se le acusó de ser el testaferro de las cuentas bancarias que Arafat tiene en Suiza, saliendo luego absuelto de unas acusaciones que no pudieron ser demostradas.-
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