Tres muertos y dos heridos graves al chocar en la A-7 un coche contra un camión cisterna

Tres personas murieron y otras dos resultaron heridas, una de ellas de carácter grave, al chocar a las 7.00 de ayer en la autopista A-7, en dirección Alicante, a la altura de Picassent (Valencia) un turismo contra un camión cisterna cargado con al menos 10.000 litros de gasóleo tipo B al saltarse la mediana. Los fallecidos y el herido grave no han sido identificados, iban indocumentados. El turismo figuraba como sustraído en Castellón y llevaba centenares de cajetillas de tabaco perfectamente etiquetadas. El accidente colapsó la A-7 durante varias horas.

El automóvil, un BMW de color blanco con matrícula 1477 CFW circulaba por la A-7, en dirección Valencia. A la altura del kilómetro 523, en el término municipal de Picassent, probablemente por exceso de velocidad, el coche saltó la mediana invadiendo los carriles en dirección a Alicante, por donde circulaba un camión cisterna cargado con al menos 10.000 litros de gasóleo tipo B.

El camionero, M.A.M.G., de 44 años, intentó esquivarlo pero finalmente se produjo una colisión frontal. El turismo quedó partido en dos. El camión, tumbado y atravesado. Sobre el asfalto varias manchas de sangre, centenares de cajetillas de tabaco, una maza, tres víctimas mortales al parecer extranjeras y de entre 25 y 35 años y al cierre de esta edición sin identificar -tres de los cuatro ocupantes del turismo-, un herido grave (el cuarto viajero del coche, de rasgos árabes según la Guardia Civil pero sin identificar) y un herido de menor consideración, el camionero. A escasos dos metros de la cisterna quedó parado en seco tras evitar el impacto un Ford Fiesta, cuyo conductor fue atendido de forma preventiva.

Los bomberos trabajaron durante más de una hora en las tareas de excarcelación tanto del camionero, atrapado en la cabina, como de los fallecidos. La Guardia Civil cortó al tráfico la autopista en ambos sentidos hasta las 9.00 y la mantuvo reducida a un carril en sentido Valencia hasta dos horas más tarde, lo que provocó retenciones de hasta 14 kilómetros.

Técnicos de la administración autonómica se desplazaron también a la zona tras activarse el plan de emergencias por estar implicado en el siniestro un camión de mercancías peligrosas. La estructura de la cisterna quedó afectada por el golpe, permitiendo que una cantidad indeterminada de la carga -que se calcula en 10.000 litros aunque la capacidad total era de 32.000 y que era propiedad de Repsol- quedó vertida sobre el asfalto. La empresa propietaria de la cuba, Ayora Boronat, envió un nuevo camión para que fueran trasvasados los 6.000 litros que quedaban en el interior. La operación, supervisada también por los efectivos de bomberos y de protección civil, se prolongó durante casi dos horas.

La Guardia Civil investiga los últimos movimientos del turismo que causó el siniestro, que aparecía como robado en Castellón, y de las cajetillas de tabaco, que supone pudieron robar de un bar o un estanco ayudándose de la maza encontrada junto a los restos del vehículo. Fuentes del instituto armado buscan desde ayer alguna denuncia reciente por robo en algún establecimiento que pudiera situar a los fallecidos y al herido grave.

El exceso de velocidad podría haber sido la causa de que el BMW perdiera el control. Según los bomberos el turismo quedó partido en dos del impacto inicial contra el camión. La brutalidad del choque fue tal que uno de los cuerpos de los fallecidos se encontraba destrozado, según los bomberos. Desde el punto en el que el turismo invade la calzada hasta el punto de impacto la distancia es muy corta, escasos 20 metros. Alguno de los efectivos que trabajó en el rescate afirmó que no respondía a una pérdida de control a 120 kilómetros por hora.