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12 propietarios reclaman la "reserva de suelo" del complejo cultural de Sagunto

Denuncian "el procedimiento administrativo" y pérdidas millonarias

Los 12 empresarios y propietarios de las parcelas del polígono industrial de Sagunto "afectados por la reserva de suelo" de 189.992 metros cuadrados ordenada por la Generalitat en 2000 para la creación de la Ciudad de las Artes Escénicas denunciaron ayer que el "bloqueo" de los terrenos "ha supuesto pérdidas de 34 millones de euros" al paralizar el macrocomplejo comercial, hotelero y de ocio tramitado por las constructoras Ingest y Zonario (vinculada también al negocio del cine) ante el anterior equipo de gobierno municipal del PP.

Un día después de que la secretaria autonómica de Cultura, Consuelo Ciscar, avanzara los plazos del proyecto de la Ciudad de las Artes Escénicas que, reiteró, "estará listo en esta legislatura", el lobby de propietarios -recién constituido en la Asociación de Afectados por la Ciudad de las Artes Escénicas de Sagunto (AACES)- denunciaba ayer, en conferencia de prensa, que "el procedimiento administrativo empleado para la reserva de suelo está siendo, cuanto menos raro, como consta en los cuatro expedientes abiertos contra la Generalitat". Y advirtió de que no está dispuesto "a dejar pasar ningún trámite legal para conseguir acabar con esta situación de bloqueo".

Según Ramón Sanz, portavoz de la asociación, el "secuestro" de los terrenos "no sólo ha evitado la creación de 1.500 puestos de trabajo" -citando las cifras de viabilidad anunciadas en enero por los promotores Andrés Selma y Rafael Montesinos junto al ex alcalde popular Silvestre Borrás-, sino que "además ha mantenido suspendidas las licencias de parcelación y de edificación sobre el suelo reservado", mientras en su lugar se promovía "un proyecto como el de la Ciudad de las Artes", que calificó de "vacío de contenido" y "sostenido con macrorrepresentaciones teatrales y reformas que no han aportado nada".

El portavoz de AACES, acompañado por los propietarios Rafael Fabregal y el ingeniero de la mercantil aragonesa Magrisa, Pascual Garcés, aseguraron que "no están contra el proyecto de la Ciudad de las Artes Escénicas", pero exigieron a la Generalitat que "expropie o pague los terrenos reservados o que los libere definitivamente para continuar con los proyectos empresariales". Porque, de lo contrario, advirtieron que "la asociación aún se está dando a conocer, pero todavía está a tiempo de conseguir apoyos políticos", en una velada referencia a las próximas elecciones generales en puertas.

Sin financiación

Sin "pretender" descalificar la creación del complejo cultural, Sanz, incidió en que la Generalitat ha impedido el desarrollo de "proyectos que eran reales, con plazos de ejecución inmediata y que contaban con presupuestos y financiación, generadores de riqueza y de desarrollo" por otro donde "el proyecto de reserva de suelo, sólo va acompañado de una memoria, en la que únicamente se recoge la intención, y el proyecto cultural en abstracto como prueba de lo vacío que es: Se habla de 'áreas de aprendizaje', pero no de qué escuelas y talleres han de construirse, ni las materias, ni los profesores, ni el número de alumnos, ni los planes docentes, ni nada que signifique concretar la Ciudad de las Artes Escénicas", sin pasar por alto, el hecho de que "después de dos años del anuncio, no está ni siquiera presupuestado para 2004, ni se sabe cómo se va a financiar".

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La AACES, que asegura representar "al 100% de los afectados", añadió que "los perjuicios por esta reserva de suelo no han sido únicamente para los titulares de las parcelas", aportando un detallado y exhaustivo dossier con la "relación de los proyectos paralizados por la Ciudad de las Artes Escénicas", en los que se recuentan los 20 millones de inversión proyectados para el centro comercial y de ocio, los 7,8 millones del hotel y edificio adyacente de oficinas y cafeterías; más las desinversiones por la paralización del rak de descarga del muelle para abastecer a una mezcladora de polifosfatos, y la central de descarga y logística prevista por una empresa de conducción de gas que "garantizaba un volumen de 104 barcos anuales en el muelle".

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