Belén imaginario

Belén del Ayuntamiento de Madrid (Concejalía de las Artes). Así indica un cartel en la plaza Mayor de Madrid, invitando a ver el tradicional belén que durante las navidades el Ayuntamiento instala en dicho lugar.

En mi infancia, mis padres tenían la costumbre, llegadas estas fiestas, de llevarme a visitar dicho belén; posteriormente, y durante varios años, yo hice lo mismo con mi hijo.

Actualmente tengo 52 años y después de varias navidades sin visitar el tradicional belén decidí hacerlo hace unos días. Qué desilusión, el gran belén que yo recordaba con multitud de figuras, incluido su río con agua corriente, había desaparecido. Su lugar lo ocupaban ocho figuras y el conjunto incompleto del pesebre con el niño Jesús. La visita no llegó al minuto, qué decepción.

A la salida del local (Casa de Panadería-Patio de Columnas) había un poste informativo que decía algo así: el Ayuntamiento no tiene ningún belén en buen estado de conservación; se vio en la necesidad, en los últimos años, de alquilar uno. Este año la Concejalía de las Artes ha decidido adquirir uno nuevo que pasará a formar parte del patrimonio municipal y que se irá ampliando en años sucesivos.

Después de tragar saliva y hacer la necesaria reflexión, veo en el actual belén imaginario (que nos vende a partir de ahora el Ayuntamiento por fascículos anuales), reflejados parte de los comportamientos y actitudes de los responsables políticos del Partido Popular, que son similares a cuando nos han vendido un lino imaginario, una Gescartera imaginaria, un Prestige imaginario, un AVE Madrid-Lleida imaginario, unas viviendas de protección imaginarias, una seguridad ciudadana imaginaria, unos juicios rápidos imaginarios, unas ayudas a la investigación imaginarias, unas listas de espera en hospitales imaginarias, unas armas de destrucción masiva imaginarias, y así, hasta la eternidad.

Es decir, nos ofrecen de manera propagandística un bonito "humillo" de colorines para no dejar ver su fracaso más absoluto en una gestión política inaceptable.