"Gurpegui se acerca al ideal de jugador del Athletic"

Resfriado, pero feliz -el frío empezó en el banquillo de Albacete-; regateando, como acostumbraba, las adversidades para sacar algo positivo, Ernesto Valverde (Viandar de la Vera, Cáceres; 1964) se ha instalado como técnico del Athletic con la idea de que todo irá siempre bien. Desea que la Liga le depare el problema de tener que alternar el próximo curso en tres torneos: Liga, Copa y... Champions. Para ello confía en iniciar el nuevo año con una victoria sobre Osasuna [el club navarro no podrá alinear al camerunés Webó -la renovación de su ficha quedaría en suspenso- si no desbloquea a tiempo su litigio con el vasco, que ha denunciado ante la Liga Profesional que le adeuda 600.000 euros por la ruptura de su convenio de colaboración].

"Ningún jugador hace la cama a un entrenador, pero se nota cuando el equipo no confía en él"

"Al final, el fútbol es un juego de errores. Claro, cuando no tocas el balón, no te equivocas"

"Dije desde el principio que quería ritmo, intensidad, algo que era consustancial al equipo"

"Ojalá tengamos nosotros esos problemas de combinar la 'Champions' y la Liga"

Pregunta: Tras cinco meses en Primera, piensa que el entrenador es menos importante de lo que la gente cree o más de lo que se esperaba?

Respuesta: Sí es importante porque es el que genera una serie de dinámicas dentro del equipo al intentar implantar un estilo, aunque quienes hacen luego que ese estilo funcione o no siempre son los jugadores. Es importante para que los jugadores sean importantes. Un equipo no puede depender exclusivamente de un entrenador, sino que el entrenador tiene que ser capaz de que el equipo adquiera una dinámica determinada, de forma que funcione independientemente de él. Ningún jugador hace la cama a un entrenador, pero se nota cuando un equipo no tiene confianza en su entrenador.

P. ¿ Se ha rebajado a los preparadores estrellas?

R. Al final, todos son nombres. Pero creo que es una cuestión de momentos. Ahora estamos en el de los entrenadores no tan conocidos. Pero en cuanto se pierden cinco partidos se cambia la dinámica y se va a nombres más conocidos.

P. ¿Es en los partidos cuando llega el momento menos importante del técnico?

R. En los partidos tienes poco que hacer. Quizás, cambiar alguna posición determinada. Luego, el del descanso, es un momento importante, cuando uno habla con los jugadores y ellos también lo hacen. No me gusta demasiado acordarme de lo que ha pasado en el primer tiempo. Enumerar la serie de errores que ha habido no conduce a nada, salvo que sea una cuestión táctica que se haya venido repitiendo y que haya que corregir. Prefiero centrarme en lo que viene, en el segundo tiempo.

P. Eso es lo que hace que, a menudo, ustedes vean un partido muy distinto al que ven los espectadores.

R. Yo creo que, realmente, lo más importante es la actitud del equipo. Esto es una cosa que nos fijamos mucho en las categorías inferiores con el psicólogo José Abando. En un partido, cuando un equipo sube, el otro va para abajo. Aquí no ocurre que un equipo va bien y el otro se queda igual que estaba. No; aquí, si un equipo va para arriba, otro se va para abajo. El otro día, en Albacete, estábamos bien, pero al quinto minuto nos hicieron una ocasión y hubo 15 o 20 en que el equipo se nos estaba yendo. Nos marcaron el gol. Los goles vienen a veces de la nada, pero casi siempre de una sucesión de situaciones que te van avisando: 'Te voy a meter gol'.

P. El jugador sabe muy bien cuando está jugando mal, pero lo que no suele saber es por qué el equipo está jugando mal

R. Pero el entrenador no tiene una llave mágica para decirle al jugador: 'Tú estás jugando mal por esto, por esto y por esto'. No, 'tú estás jugando mal porque no estás tocando el balón'. Muchas veces se buscan demasiadas explicaciones que parece que tiene que tener el entrenador y no las tiene. El jugador tiene que buscarse la vida y buscar el juego. Yo admito muy bien los errores de los jugadores porque, al final, el fútbol es un juego de errores y los jugadores se equivocan. Claro, cuando no tocas el balón, no te equivocas y parece que el entrenador tiene la explicación. No, no...

P. Usted no parece un técnico tacticista. Le gusta dar libertad, iniciativa.

R. A la hora de colocarse, de defender, me gusta que las cosas estén claras. A partir de ahí, el jugador tiene cierta libertad. Una vez escuché a alguien decir que, cuando te sabes muy bien el guión, puedes improvisar mucho mejor

P. En poco tiempo ha conseguido ganarse al público de San Mamés. Quizá esa confianza provenga de la apuesta por la cantera. La gente se ha creído lo que usted ya creía.

R. Ambas cosas. Y también, por la actitud del equipo en los partidos. Yo dije desde el principio que quería que el equipo tuviera ritmo, intensidad, algo que siempre se le ha pedido al Athletic, algo que era consustancial a él.

P. En el Bernabéu, ante el Madrid, se ganó a a la afición por el atrevimiento en su alineación. Quizás esa fue la bendición de la apuesta por la cantera.

R. Sí; por ejemplo, ese día salió Jonan; deje en el banquillo a Urzaiz, que una semana antes, contra el Málaga, había sido uno de los mejores. Estaba convencido de que la apuesta podía funcionar. Sé que había gente que podía pensar que subir a tres jugadores al primer equipo y, además, tener una plantilla tan amplia iba a ser un problema. Para mí, no era así. Pero había que demostrarlo con hechos. Sé que existía un riesgo, pero el partido fue bueno, el juego también y los jugadores respondieron.

P. Jonan es su ojito derecho.

R. No, no... Desde muy joven, ha destacado mucho. Ha tenido un talento especial y es un buen jugador de equipo. Yo no creo mucho en esa historia de los padrinos: 'Yo he sacado a éste o yo hice debutar al otro'. No me gusta. Además, con esa postura, se desmerece un poco al jugador

P. ¿También en el Athletic hay política de zidanes y pavones?

R. En nuestro equipo no hay tantas diferencias. Además, no es una expresión que me guste mucho.

P. ¿La bandera del Athletic sería ahora Gurpegui?

R. El club esta arropando mucho a Carlos porque Carlos también le esta dando mucho al club. Es un chaval al que todos hemos visto en esa situación [su supuesto dopaje] y todos le hemos visto responder. Creo que puede dar todavía más de sí. No voy a decir que sea la bandera del Athletic, pero sí que se acerca muchísimo al ideal que quiere no sólo un entrenador para su equipo, sino los compañeros y los aficionados. Sabes que te lo va a dar todo. Se puede equivocar, pero sabes que no te vas a equivocar en que te lo va a dar todo. Ahora mismo, es importante para nosotros. Por lo que significa

P. El equipo ha sabido sobreponerse a muchas adversidades: el fallecimiento del presidente, Javier Uría; el mismo caso Gurpegui... ¿Le ha extrañado esa actitud?

R. Del tema Gurpegui lo que más me ha preocupado es la reacción del jugador: cómo le iba a afectar a él. Hablabas con él y veías que no es una piedra, una roca, sino una persona a la que los problemas le afectan. Pero en el grupo de jugadores y entrenador siempre hay una capa de impermeabilidad que ha evitado que las cosas entren y te desequilibren.

P. ¿La parte mas dura de su experiencia como entrenador ha sido la indisciplina de Yeste y Del Horno?

R. Qué va... La cuestiones internas siguen siendo internas a pesar de que haya gente indiscreta. Igual la gente le da demasiada importancia a conflictos que no la tienen.

P. Su objetivo es Europa. Pero luego, cuando se consigue, los entrenadores se quejan de llas múltiples competiciones.

R. Nos quejamos, pero con la boca pequeña. Seguro que Miguel Ángel Lotina, en el Celta, no cambiaría lo que consiguió. El Celta se halla en la Champions y está encantado de la vida. Es difícil para determinados equipos combinar tantas competiciones, pero... ¡qué le vamos a hacer! Yo también lo cambiaba. Ojalá tengamos nosotros esos problemas de combinar la Champions y la Liga.

P. La Champions está abierta en el cuarto puesto. Parece un objetivo asequible para muchos.

R. Hay muchos candidatos. El cuarto puesto está ahí, a dos puntos. Pero esto mismo lo están pensando el Málaga, el Valladolid, el Barcelona... Enero nos va a marcar mucho. Es un mes en el que siempre hemos tenido problemas y, a la vez, un mes que puede resultar importante. Nos enfrentaremos a Osasuna, Atlético, Barcelona, Deportivo y Mallorca... Tendremos que ver cómo salimos de este mes tan importante.

P. ¿En que ha notado especialmente el cambio de jugador a entrenador?

R. Cuando era jugador, estaba ahí, a ver que te mandaban hacer. Ahora, como entrenador, entra alguien con una caja de Coca-Cola y te pregunta: "Oye, ¿dónde coloco esto?". Eres la referencia para todos.

P. Como jugador, ¿ya dio vueltas para venir al Athletic?

R. Pero eso me vino muy bien. No estoy en absoluto arrepentido.

P. Usted fue un extremo pequeño y hábil. Mantiene la solidaridad con los pequeños?

R. El fútbol ha evolucionado en cuanto a la rapidez y la fortaleza. La rapidez no sólo a la hora de correr, sino a la de jugar. Y... sí, me gustan los jugadores rápidos. Pero, si uno es rápido y no sabe pegarle al balón, pues...

P. El próximo rival es Osasuna, otro inesperado aspirante a la Liga de Campeones y va muy rápido.

R. Es un equipo que ha cambiado mucho. Ahora mismo es difícilmente reconocible, con lo que venía siendo Osasuna. Ha cambiado y juega con una gran velocidad.