Maragall lanza un mensaje de serenidad a quienes temen el cambio
El presidente dice que su objetivo es un autogobierno "más efectivo"
El nuevo presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha querido mantener la tradición de dirigir a fin de año un mensaje a todos los ciudadanos. En esta su primera ocasión, Maragall subrayó que su objetivo es lograr "un autogobierno más efectivo" y conseguir que todos los ciudadanos, sea cual sea su origen, "se sientan orgullosos de este país". Maragall se dirigió también a quienes viven "momentos de desconcierto o incertidumbre" por el cambio político: "Nadie ha de tener miedo: Cataluña seguirá avanzando con más energía y fuerza que antes".
Junto a la decisión de mantener algunos "buenos usos y costumbres" como el mensaje de fin de año, Maragall afirmó al emitirlo ayer por radio y televisión que pretende también "cambiar estilos y maneras de hacer".
El de este año es un mensaje con una significación muy particular, señaló Maragall, porque Cataluña acaba de "pasar la página de los primeros 25 años de autogobierno recuperado". Y como ha hecho ya varias veces en las últimas semanas, el presidente de la Generalitat rindió homenaje a su antecesor: "Es justo reconocer hoy que el presidente Jordi Pujol, durante todos estos años, ha encarnado con dignidad la más alta magistratura de Cataluña".
Maragall retomó una de las ideas mantenidas precisamente por Pujol durante muchos años para señalar que el largo periodo de libertad y estabilidad vivido por Cataluña "es responsabilidad y mérito de todos".
Pero ha llegado el momento de la alternancia democrática, que ha llevado a los tres partidos de la izquierda catalana al Gobierno de la Generalitat, y esta situación es, explicó Maragall, "un signo de la normalidad del país, de la fortaleza de las instituciones y de la voluntad de cambio".
El Gobierno recién constituido tiene para la nueva etapa que ahora se abre, explicó, tres grandes objetivos: un nuevo horizonte nacional, un progreso compartido y un mayor equilibrio territorial y ambiental.
Esto significa, precisó, "un autogobierno más efectivo, un sentimiento de patria basado en la libertad y los derechos de cada cual, y la consideración de cada punto del territorio como un activo y no como un estorbo, una distancia o una resistencia a la movilidad".
Entre sus objetivos, Maragall incluyó también lograr un uso social del idioma catalán "más natural y más extenso", y prestar más atención a "los problemas y las soluciones asociadas al fenómeno de la inmigración".
En definitiva se trata, agregó, de hacer "una patria completa, una nación completa, con un patriotismo renovado, el que haga que hombres y mujeres, ciudadanos de Cataluña todos ellos, tanto da de dónde hayan venido, se sientan orgullosos de vivir en este país y dispuestos a defenderlo con el trabajo y la palabra".
Sobre la idea de nuevo patriotismo ha girado el debate político en el último año y Maragall quiso definirlo ya como presidente: "Que todos podamos sentir el orgullo de vivir en nuestro país por nuestra escuela; por nuestra sanidad; por el acceso de los jóvenes a la vivienda; por la política ambiental; por las comunicaciones; por las oportunidades de trabajo y de crear empresa; por la seguridad de los barrios, del trabajo y de los transportes; por el respeto a los valores culturales y a la creación".
El presidente finalizó asegurando que cuenta con todos los ciudadanos y poniéndose a su disposición. Y explicó que trabajará para lograr sus objetivos buscando "la unión de todos los catalanes en las cosas fundamentales, con la pluralidad y la libertad de pensamiento como bandera, con un diálogo franco y abierto con España, una democracia participativa y un clima de serenidad y confianza"
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