"Ésta ha sido una legislatura prepotente"
Pregunta. Elegida diputada revelación por los periodistas parlamentarios. ¿Se siente como salida de Operación Triunfo?
Respuesta. Pues en lo que pueda ser positivo, sí, naturalmente. Yo creo que estos premios son un gran estímulo.
P. Dicen que es usted el ala progre de Convergència.
R.Yo creo que en Convergència hay mucha gente progre. Yo, desde luego, me considero progresista. Y creo que las políticas de Convergència i Uniò lo son.
P. ¿Se ve huérfana sin Pujol?
R. No. Yo a Pujol lo sigo teniendo. Es un referente en Cataluña, para mí y, desde luego, para el partido. Pero hay que mirar al futuro.
P. Alternancia en la Generalitat. ¿Se considera en el rinchi, castigada?
R. No. Somos la fuerza política más votada. Pero ha habido una decisión política, y legítima, de un partido que ha decidido sacarnos del Gobierno. No han sido los electores.
P. Creo que el personal le llora en el hombro que es un primor.
R. Mire, yo sí creo que tengo una cierta capacidad de empatía con la gente. Soy de ésas que van en un medio de transporte y personas desconocidas le explican su vida. Debo de generar confianza, lo cual me gusta mucho.
P. Dicen que,como abogada, no sólo los divorcia, sino que los psicoanaliza.
R. Pues no sé [ríe]. Me gusta ponerme en la piel del otro. Creo que es una manera de ser.
P. ¿Qué tal lo hace Rudi?
R. Si tuviera que encontrarle un pero, como un estímulo para cambiar, diría que me gustaría un poco más de flexibilidad.
P. Es su primera legislatura. ¿Los leones son tan fieros como los pintan?
R. Son bastante fieros, sí. Yo parto de una concepción política en la que las autonomías son Estado. Y aquí, con un PP de mayoría absoluta, hay como una especie de resignación al Estado de las autonomías, y, a la que te descuidas, como un intento de recuperación de competencias. No sé si se lo acaban de creer.
P. ¿A qué se parece más el hemiciclo: a un mercado, a un estadio de fútbol o a un colegio?
R. Tal como lo he visto aquí, a un colegio. Muchas veces he visto pataletas, y algún comportamiento un tanto pueril, que se compadece poco con la institución.
P. ¿Cómo son los hombres de CiU?
R. Yo creo que como los de los otros partidos y como los de la sociedad misma. Conmigo siempre han sido muy receptivos a las cosas que, desde un punto de vista feminista, he puesto encima de la mesa.
P. ¿Cuál tiene pinta de ser más apañado en casa?
R. Pues me parece muy apañado en casa Carles Campuzano.
P. Haga un juicio del banco azul.
R. Uff. Pues la verdad es que no he tenido muchas veces ganas de acercarme. No me parece que tiendan puentes. Ésta ha sido una legislatura prepotente.
P. ¿Con quién se queda del Gobierno?
R. Con Ana Pastor. Me parece una persona inteligente, receptiva y, sobre todo, con un talante dialogante. Quizá coincide con la idea que yo tengo de la política.
P. ¿Y quién es el que más ha enseñado los dientes?
R. El presidente Aznar, desde luego. Y cada vez más, además.
P. ¿Cómo ve a la oposición?
R. Creo que no ha encontrado el mensaje. Me parecen, por un lado, muy pactistas con el Gobierno, a espaldas de la Cámara, y, por otra parte, una oposición más de gestos que de contenidos.
P. ¿Qué señoría le produce más sueño?
R. Creo que las intervenciones realmente difíciles de seguir, sobre todo a primera hora de la tarde, son las del presidente del Gobierno.
P. Cuando la nombraron diputada revelación dijo: "Yo no soy nada graciosa". ¿Se encuentra un poco pan sin sal?
R. No, pero no soy ocurrente, como mi jefe, Xavier Trías, o como Felipe Alcaraz. Luego ya, en petit
comité, pues sí que les saco mi chispilla a las cosas.
P. Dejó el ballet, pero le quedó el gusto por el baile.
R. Me encanta bailar. Yo, mal, pero lo bailo todo. Creo que es un ejercicio de empatía con los demás, que libera energía, da alegría, y recarga pilas. Soy una persona optimista.
P. ¿Ser marchosa es una virtud política?
R. Yo creo que sí. Es una actitud en la vida y en la política.
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