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Reportaje:OFERTAS DE EMPLEO

Los autónomos cambian de cara

El colectivo es cada vez más joven y formado, ganan peso las mujeres y menor de los empresarios individuales

Amaya Iríbar

La imagen tradicional del trabajador autónomo es la de un pequeño comerciante al que echan una mano su cónyuge e hijos. Esa imagen está cambiando en los últimos años. El número de empresarios individuales se reduce y el colectivo, formado por más de 2,7 millones de profesionales, es cada vez más joven: casi el 40% de las altas del primer trimestre del año fueron de menores de 35 años.

En noviembre había 2.761.000 autónomos cotizando en el régimen especial de la Seguridad Social, un 28,6% más que hace una década

El trabajo por cuenta propia decrece. La última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al tercer trimestre del año, confirma que el número de ciudadanos que son su propio jefe descendió en 12.700 mientras que los que forman parte de una empresa aumentaban en 156.000 personas. El descenso de los trabajadores por cuenta propia es mínimo (0,22% con respecto al mismo periodo de 2002) si se tiene en cuenta que el colectivo lo forman 3,06 millones, entre empresarios con empleados (908.200); individuales (1.791.400); cooperativistas (95.100) y trabajadores que echan una mano de forma esporádica en el negocio familiar (268.500).

De todos ellos, 2.761.100 cotizaban en noviembre, últimos datos disponibles, en el régimen especial de la Seguridad Social, un 28,6% más que hace una década.

El colectivo está cambiando. "Se ha producido un descenso de los empresarios individuales por tercer año consecutivo", subraya Lorenzo Amor de la federación de asociaciones de autónomos ATA, que agrupa a más de 190.000 profesionales, "mientras crece el número de microempresarios". Esta tendencia se ve impulsada en algunas comunidades autónomas, como Andalucía y Asturias, con subvenciones que premian a los autónomos que crean empleo, asegura el portavoz de esta federación.

La última EPA prueba el cambio de perfil que, según Sebastián Reyna, secretario general de UPTA, la organización de autónomos de UGT, es "muy lento". Mientras los empresarios individuales se han reducido un 1,83% con respecto al mismo periodo de 2002, los empleadores han aumentado un 4,07%.

Para Reyna, además de la mayor contratación, la tendencia a convertirse en empleadores tiene otra explicación: "hay un proceso de constitución de sociedades" para limitar la responsabilidad patrimonial, dice. La ley de nueva empresa, que promete un trámite de 48 horas y aún no ha tenido consecuencias estadísticas, lo hará aún más fácil.

La reducción de los autónomos individuales no es el único cambio en marcha. También aumenta el número de jóvenes. De las nuevas altas que se produjeron durante el primer semestre del año, casi el 40% son de menores de 35 años, frente al 37% del año anterior, según los datos proporcionados por ATA. Su portavoz subraya que los jóvenes autónomos están ligados, sobre todo, a profesiones en auge, como informáticos, y abundan los universitarios. El outsourcing [subcontratación] de servicios también juega un papel importante, coinciden en ATA y UPTA.

La mano pública se deja ver en esta evolución: en abril el Gobierno aprobó nuevas medidas dirigidas a mejorar la cobertura social de los autónomos, entre las que estaba la reducción en un 25% de la base de cotización de los jóvenes autónomos en los tres primeros años de actividad. Unos 19.000 profesionales que empiezan su carrera se han dado de alta desde entonces en el régimen de autónomos. Lo mismo ocurre con las mujeres. Alrededor de 2.400 trabajadoras por cuenta propia mayores de 45 años se han beneficiado de una medida idéntica.

Los partidos políticos tienen en el punto de mira a este colectivo, heterogéneo y por lo general poco activo. De cara a las elecciones de 2004, las asociaciones de autónomos también han formulado sus reivindicaciones: desde la posibilidad de que éstos puedan cobrar alguna prestación por desempleo hasta la jubilación anticipada para profesiones de riesgo o la cotización parcial para sus familiares pasando por la presencia en el Consejo Económico y Social y otros foros en los que, a pesar de su peso en la economía española, aún están vetados.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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