Violencia y literatura
Dos expresiones distintas sobre el mismo tema, violencia y cultura. Por una vez, en vez de la cultura de la violencia, la violencia tratada en el arte. Uno de los dos acercamientos se realiza en una revista de tirada nacional, El Cultural de El Mundo, y el otro en una revista sin financiación estable, en permanente equilibrio sin red: en un monográfico de la revista Bitarte, esa revista, que en palabras de Miguel Sánchez Ostiz, tan eficientemente dirige Javier Mina.
Ambas coinciden en mi mesa, pero las perspectivas son distintas. El Cultural puede utilizar un espectro más amplio, a la vez que más tranquilo, más filosófico, a la vez que descriptivo, lejano en la mirada. Bitarte, esta vez nos interesa más, publica un artículo polémico, por contemporáneo, de Mikel Iriondo: Arte y violencia en el País Vasco, y en él sí que no hay tranquilidad.
Como es habitual en la revista, artículos de creación y de crítica literaria se combinan con trabajos sobre filosofía y arte. Pero, ya digo, uno lee con el corazón y la mirada crítica el artículo de Iriondo.
En un principio, una versión menos elaborada del texto se publicó en esa plaza pública que es Internet, y ya tuvo un amago de debate con la pluma de Iban Zaldua. Iriondo recorre un camino incómodo: Violencia en el País Vasco; Función del arte; Arte y violencia, violencia y presencia en el arte; Arte y violencia en el País Vasco. Y uno echa de menos una mayor extensión, que hubiera traído mayor profundidad en las opiniones.
Este paseo complejo por la relación entre arte y violencia desemboca en la proximidad de las propuestas que se darían en la relación entre arte, identidad social, nacionalismo y violencia etarra. La guía viaja desde las artes plásticas, el llamado rock radikal vasco, el cine, y las denominadas artes literarias. Es un recorrido en el que quizás se peca de rapidez, y en el ámbito de la literatura es posible que aún falte un tiempo de maduración para dar cabida a una obra redonda. Cabe señalar que un comprensible afán (la denuncia de que "El miedo y el acomodo pueden con todo") minimice el primer aliento del artículo. Aún así, es un texto de necesaria lectura y reflexión, es decir, de debate.
Bitarte parece pasar por problemas económicos y por una época de subvenciones recortadas. Si esta revista desaparece, perdemos todos.
Bitarte, número 30; 132 páginas, 6 euros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.