Claves del líder

Cayó en mis manos uno de esos artículos que a modo de regla nemotécnica acuden a la simplificación para, a través de ella, fijar conceptos. Éste decía las cinco "i" para conocer las claves indispensables para ser un buen líder, y lo hacía con estas cinco palabras: Incisivo, informado, iconoclasta, interesado e inspirado. Dicen los autores de este enfoque: Incisivos en la búsqueda de decisiones de mayor compensación; informados de la actitudes, afinidades, ansiedades y animosidades de sus seguidores; iconoclastas o rompedores de la rutina; interesados de no sólo los conocimientos técnicos o profesionales sino, también, de sus habilidades humanas; inspirados o valedores de que en todas sus decisiones aparezca el alma.

Al panorama del liderazgo que nos rodea podríamos ponerle el filtro de la "i" y nos encontraríamos con más de una sorpresa.

Si de política nos preocupáramos, a uno que conocemos le faltan grandes dosis de incisivo, al otro lo de inspirado. Más cerca, por nuestra tierra, veríamos que a una le sobra lo que a aquel primero le falta de incisivo y al otro no le va bien, por ser ya el líder formal de la comunidad andaluza, lo de iconoclasta.

Un lío, vamos, que así las cosas, se nos pueden ocurrir otras cinco "i" que soportamos los de acá de los que ejercen de un lado y el otro: Imparables (al clientelismo), incompetentes (a la gestión), intransigentes (a su relevo), inconciliables (entre ellos) e interesados (en ellos mismos). Podría empezar por otras "i" más irritantes, pero cada uno es libre de imaginar e iluminar a su líder. Los independientes, hoy por hoy, nos estamos impacientando de tanta inoperancia política.