_
_
_
_
Reportaje:

Intrépidos en el Sáhara

Un equipo de coches impulsado por valencianos participará por primera vez en el difícil rally Telefónica-Dakar

Alguien debería sugerirle al equipo valenciano que participará en la próxima edición del rally Telefónica-Dakar, que comienza el 1 de enero de 2004 en Nabonne (Francia), que incluya en su equipaje un ejemplar de Ébano, la fascinante obra del periodista polaco Ryszard Kapuscinski sobre África. Sin embargo, es posible que en caso de meter el libro entre los bártulos no tengan ni un segundo para hojearlo: el tiempo apremia en este tipo de pruebas y los escollos naturales -montículos de arena, rocas, barro y piso pedregoso- no dan tregua.

Por el desierto del Sáhara, las imponentes dunas de Mauritania y la sabana senegalesa vivirá una excitante aventura el primer equipo de coches impulsado por valencianos que competirá en el mítico rally: motocicletas de trail derrapando en la arena del desierto, ligeros y a la vez robustos camiones atravesando poblados de chabolas mientras familias enteras asisten asombradas al espectáculo, todoterrenos Toyota, Mitsubishi y Land Rover de colores chillones lanzados a la velocidad de un cuatro metros salvando todo tipo de escollos... Eso es el Telefónica-Dakar, la competición que todo amante de la aventura del motor desea correr alguna vez.

Si leer a Kapucinski se antoja una tarea casi imposible para estos enamorados del Sáhara, hablar con las gentes de cualquiera de los países africanos que visitarán tampoco será fácil. Con todo, si en Senegal pronunciaran el nombre de Battling Siki, el primer boxeador africano en conquistar un título mundial, nada menos que ante el legendario francés George Carpentier, en 1932, una marabunta de chiquillos, adolescentes y adultos se les echaría encima, les agasajaría como a reyes, les invitarían a tieboudienne, un plato típico de la zona cocinado a base de pescado, arroz y verduras. Battling Siki, héroe senegalés, trágico final: en 1925 fue enterrado en una fosa común de un cementerio para negros de Nueva York.

Pero lo que nos ocupa es el motor, la aventura de los dos 4x4, un Land Cruiser (228 cabalos de potencia y un depósito de gasolina de 300 kilos) y un Discovery (170 y dos depósitos de 200 cada uno), que conducirán tres valencianos y un madrileño: Francisco Sanchís, Ricardo Vela, Javier Mas y Francisco Montoya. La imprevisible Telefónica-Dakar, que según los expertos será la más dura de la historia de la competición, que nació en 1978. La edición de 2004 incluye una etapa de 1.055 kilómetros, distancia que separa la ciudad marroquí de Tantan de la mauritana de Atar. Y la siguiente, los 300 kilómetros que separan Atar de Tidjihja será una de las más difíciles. "Hace años, en esta misma etapa", cuenta Javier Mas, "algunos vehículos tardaron toda una noche en recorrer apenas 13 kilómetros. Los coches se quedaban atascados en la arena mientras la gente advertía a los participantes de que el camino estaba sembrado de cadáveres".

El Telefónica-Dakar recobra toda su dureza, reta a los competidores a una aventura imprevisible y feroz. "La carrera se había vuelto un tanto light debido a las exigencias de los patrocinadores, que quieren, obviamente, rentabilizar la inversión. Pero en 2004 cambian las cosas", afirma Mas, un publicista de 46 años, experto en navegación y con experiencia en raids nacionales e internacionales. Pero no tanta como Agustín El Tortuga, nueve ediciones a cuestas, uno de los mecánicos de asistencia que acompañará al equipo durante el recorrido.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_