El velo, arma blanca
No me puedo creer hasta dónde está llegando el pánico de los gobernantes, líderes o como quieran llamarles. O sea que ahora resulta que manifestar tu religión es un símbolo ostensible... ¿de qué?
Por esa regla de tres, destruyamos todas las iglesias, catedrales, mezquitas, sinagogas, etcétera, ya que pueden herir la sensibilidad de los que no compartan esa religión.
Espero que se recapacite y no lleven a la práctica esa absurda ley en Francia sobre los velos de las mujeres musulmanas, y si tienen alguna duda que revisen sus símbolos nacionales: libertad, igualdad, fraternidad.
No practico ninguna religión, pero si lo hiciera y tuviera que ocultarlo, ¿qué diferencia habría con los países en los que opinar libremente es una clara amenaza para tu dignidad e incluso para tu vida? Lo peor de todo es que están haciendo todo esto por el miedo que les provoca todo lo que suene a árabe, musulmán, islámico. Es como si ocultando la propia realidad francesa desaparecieran todos los problemas que hay en el mundo a causa de la religión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
