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El metro llega a los vecinos del norte de Nou Barris tras 15 años de reivindicaciones

Las cinco estaciones de la línea 11 serán utilizadas por unas 4.000 personas cada día

Clara Blanchar

"Habemus metrus", exclamó una vecina. Ocurrió ayer por la mañana durante el viaje inaugural de la línea 11 del metro de Barcelona, que en realidad es la prolongación de la línea 4 desde Trinitat Nova hasta Torre Baró, Ciutat Meridiana y el barrio de Can Cuiàs de Montcada i Reixac, zonas históricamente maltratadas en lo que a transporte público se refiere. El llamado metro ligero, que esta madrugada ha empezado a funcionar, dará servicio a 21.000 vecinos y constituye la culminación de una reivindicación de la década de los ochenta. Por sus cinco estaciones pasarán 4.000 personas al día.

El fin de las obras del metro ligero de Nou Barris bien merecía una fiesta y una jornada de puertas abiertas en la que los vecinos viajaron tantas veces como quisieron. Sobre las once de la mañana, los andenes de la nueva línea eran un hervidero. Los dos vagones de metro que integran cada uno de los convoyes de esta línea -los metros normales tienen cinco vagones- fueron recibidos con aplausos. Dentro, autoridades y más vecinos realizaron una completa visita a las instalaciones.

Las obras de la línea 11 han durado tres años y han costado 48,3 millones de euros, financiados en su mayoría por la Generalitat. La minilínea tiene casi dos kilómetros de longitud y una sola vía, igual que un tranvía. Arranca en la parada de Trinitat Nova de la línea 4, con la que comparte estación y andén, y tiene otras cuatro más: Casa de l'Aigua, Torre Baró-Vallbona, Ciutat Meridiana y Can Cuiàs. Está previsto que dentro de unos meses los trenes circulen sin conductor puesto que están dotados de un sistema que lo permite.

Durante los parlamentos que se realizaron junto a la estación de Torre Baró-Vallbona minutos antes de un desayuno popular, el presidente de la asociación de vecinos de Trinitat Nova, Diosdado Rebollo, calificó la jornada de "memorable". "Todos sabemos lo que hemos luchado para convencer a los políticos de que el metro llegara a la parte norte", dijo emocionado. "Con el metro no sólo se resuelve un problema de transporte, sino que se incorporan estos barrios a la ciudad, porque después de años viendo pasar de largo las grandes inversiones de ciudad, ésta es la primera que nos llega", añadió su homólogo en la asociación de vecinos de Torre Baró, Antonio Torrico.

Pese a tratarse de la última inauguración del actual Gobierno en funciones, el consejero de Política Territorial, Felip Puig, no acudió a los festejos de la mañana porque se encontraba en el consejo nacional de Convergència Democràtica. En cambio, el consejero visitó el barrio por la tarde. En representación de Puig asistió a la inauguración del metro el director general de Transporte, Enric Ticó, que animó a los vecinos a utilizar el "mejor metro de Barcelona". Y el que más ostentosamente luce el escudo de la Generalitat, ya que se han colocado unas placas de dimensiones considerables en cada una de las bocas.

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, afirmó que obras como la inaugurada ayer contribuyen a que "todos los barrios de la ciudad estén al mismo nivel". Al acto oficial asistieron también el concejal de Nou Barris, José Cuervo, que tuvo un recuerdo para quien ocupó el mismo cargo y apoyó el proyecto que ayer se inauguraba, el fallecido Antonio Santiburcio, además de representantes del Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Montcada i Reixac.

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La llegada del metro a la zona alta del escarpado barrio de Ciutat Meridiana, donde los edificios trepan por la montaña, hizo escarbar a más de uno en la memoria. Primitivo Hernández, de 62 años, recordaba cuando el barrio estaba aislado y el único transporte existente era el chupa-chup, "un autobús que daba vueltas al barrio y que costaba una peseta".

Vecinos de Nou Barris, ayer, durante la jornada inaugural de la línea 11 del metro.
Vecinos de Nou Barris, ayer, durante la jornada inaugural de la línea 11 del metro.CARMEN SECANELLA

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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