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Reportaje:

Poesía en las paredes

Un equipo de investigadores trabaja en traducir todas las inscripciones que hay en las paredes de la Alhambra

Javier Arroyo

La poesía ha sido desde siempre una afición confesada de los gobernantes; no sólo de esta época y de este gobierno. Yusuf I, allá por el siglo XIV, en Granada, tenía su corte de poetas. Y tan apreciada era su poesía que no bastaba tenerla en libros. Cualquiera que haya visitado la Alhambra sabe que además de miles de formas geométricas, las paredes están repletas de inscripciones. Y muy especialmente las de los aposentos del monarca, en el Palacio de Comares.

Muy pocos, sin embargo, saben qué significan todas esas inscripciones, en árabe clásico. Un equipo de 10 especialistas, encabezado por el arabista e investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas Juan Castilla Brazales, lleva más de un año descifrando las inscripciones de este palacio. Y aún le queda otro para terminar con el edificio; y otros seis u ocho para traducir la Alhambra entera. Acometer la traducción de todo el corpus de inscripciones del recinto es algo que nunca se había intentado.

Tras un año de trabajo, el palacio de Comares está a punto de ser traducido en su totalidad. Miles de inscripciones. Esa es la cifra más aproximada que Castilla Brazales puede dar sobre cuántos textos hay en las paredes alhambreñas. La parte cuantitativa será una incógnita hasta el último día. Hay inscripciones en paredes, techos, arcos, o fuentes. Cualquier rincón es bueno para encontrar una inscripción. Sí es posible, en cambio, conocer qué tipo de textos se encuentran: "Hay poemas, sentencias, textos del Corán y jaculatorias", explica Castilla.

Ibn al-Zayab, Ibn al-Jatib y Ibn Zamrak son los responsables de la mayoría de las inscripciones. Los tres configuran la nómina principal de poetas de corte de Yusuf I. A ellos se les atribuye la mayoría de los poemas que aparecen en la Alhambra y ellos eran los encargados de decidir qué textos pasaban a moldes de yeso y de ahí a las paredes palaciegas. Los poemas podían ser, explica Castilla Brazales, originales para la ocasión o escritos con anterioridad. "Son los que han suscitado siempre más interés y son los que están más estudiados". Muchos de ellos son descripciones, cuenta el investigador jefe, de la grandeza del monarca y de sus edificios

Y junto con la poesía, por supuesto, muchos versos del Corán y numerorsas jaculatorias, frases que servían de alabanza a Alá. Una cita muy extendida, por ejemplo, en el patio de la Fuente de Comares es el lema de la dinastía nazarí: "No hay vencedor, sino Dios".

El día a día, dice Castilla, consiste en hacer un barrido por el edificio, sacar fotografías de todos los textos, estudiarlos, leerlos, traducirlos y catalogarlos con su posición exacta. El trabajo final se editará en un CD Rom que contendrá una descripción detallada de la Alhambra tanto arquitectónica como de las inscripciones.

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¿Es posible encontrar faltas de ortografía?. Castilla Brazales asegura que en los miles de textos con los que ya han trabajado no las ha encontrado, aunque sí ha habido algunos pocos casos en los que las declinaciones presentaban ciertas incoherencias. "Yo no las achaco a posibles variaciones lingüísticas o a restauraciones mal realizadas pasado el tiempo", explica. Terminado el Palacio de Comares, el Patio de los Leones será el próximo objetivo. Además del CD Rom, los investigadores no olvidan el papel: periódicamente editarán libros con los resultados e su trabajo. Para finales de 2004 o principios de 2005, según Castilla, estará en la calle el primer volumen.

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