"El Plan de Inmigración intenta anticiparse al futuro"
Euskadi es cada día que pasa un poco más cosmopolita. El imparable aumento del número de inmigrantes extranjeros ha situado a la comunidad ante un espejo, en el que otras autonomías como Andalucía, Madrid o la zona del Levante ya se vienen mirando hace mucho tiempo. Para anticiparse al futuro, el Gobierno vasco ha elaborado su propia estrategia. El director de Inmigración, Omer Bertin Oke (Benin, 38 años), explica que el objetivo del plan, aprobado esta misma semana por el Ejecutivo, con una dotación de 44 millones de euros hasta 2005, es preparar el terreno para los inmigrantes que recalan en Euskadi, pero, sobre todo, concienciar a la sociedad de que los extranjeros son ciudadanos con los mismos derechos y deberes que cualquiera.
"Las ONG podrían avalar a los inmigrantes a la hora de alquilar un piso"
"No hay que esperar a tener un 12% de extranjeros para poner medidas"
Pregunta. ¿Para qué sirve el Plan de Inmigración que ha elaborado el Gobierno?
Respuesta. Para conseguir la plena integración social de los inmigrantes en la sociedad vasca. La inmigración es un fenómeno que avanza en Europa y eso implica el replanteamiento del modelo social y de convivencia de los países de recepción de los inmigrantes. El plan establece un marco de actuación que permita tanto la adaptación del inmigrante a la sociedad como de ésta a sus nuevos inquilinos. Que la llegada se haga sin fracturas, evitando la marginalidad y los conflictos.
P. ¿Cuáles son los obstáculos a salvar por el plan?
R. La traba fundamental es la inflexibilidad del Gobierno central con los inmigrantes. Nuestro plan parte del principio de que los inmigrantes son ciudadanos y como tales tienen los mismos derechos y deberes que cualquiera. Este principio lo podemos aplicar dentro del espacio competencial de la comunidad autónoma, es decir, en el acceso a la educación, a la sanidad y a la vivienda. Pero el Gobierno vasco no tiene capacidad para otorgar permisos de residencia y eso es una dificultad fundamental para poder ampliar los derechos. Se trata de ampliar el sistema de participación para que la democracia pueda responder a las necesidades de todos sus ciudadanos. Este planteamiento progresista choca con las miras conservadoras del PP.
P. ¿Tiene miedo a que el Gobierno central recurra el plan?
R. Tiene su derecho a recurrir, pero no es factible. El Gobierno vasco está desarrollando las competencias que tiene en materia de integración social. Todo lo que planteamos va a favor de evitar la marginalidad, la pobreza. ¿Quién se puede plantear recurrir esto?
P. La sociedad oye hablar de los derechos de los inmigrantes. ¿Y cuáles son sus deberes?
R. Yo siempre hablo de los derechos y los deberes de los inmigrantes al mismo tiempo para que nadie tenga la impresión de que se les da todo. Si todas las administraciones colaborasen se podría evitar esa percepción. ¿Por qué no se difunden los datos sobre las cotizaciones de los inmigrantes a la Seguridad Social? ¿ De la riqueza que aportan? ¿Del trabajo social que realizan? No hay que olvidar que Euskadi es un país con una natalidad muy baja. Las mujeres trabajan y tienen pocos hijos. Y alguien tiene que cuidar de esos niños. ¿Quién los cuida? Hay muchísimas mujeres inmigrantes muy preparadas intelectualmente que se están dedicando a cuidar de esos pequeños. Es una importante labor social. Por no hablar del cuidado de los ancianos. Así, niños y ancianos tienen mejor calidad de vida y se pueden mantener en su entorno. Aparte de eso, la inmigración enriquece culturalmente.
P. ¿La sociedad vasca está madura para recibir a los inmigrantes sin brotes de xenofobia?
R. Lo que planteamos con el plan es un trabajo desde una visión de anticipación, de futuro. No hay que esperar a tener un 12% de inmigrantes para empezar a reflexionar. Empezando a hacer cosas ahora se puede ir concienciando a la sociedad para que el día de mañana asuma la realidad de la inmigración con normalidad, como algo lógico. De tal manera que si algún día se llega a ese 12% no se produzca ningún trauma. Y cuando habló de ese 12% no habló de que vayan a llegar nuevos inmigrantes, sino que los que están ya en Euskadi tendrán hijos y esos niños van a ser vascos con todos los derechos. Y no se les puede ver como inmigrantes. Si hay un niño de color en un aula, los demás niños no lo tienen que considerar como un africano, sino como un vasco. Hay que generar el marco para que la inmigración sea vista con normalidad.
P. ¿Ésa es la principal diferencia con la Ley de Extranjería que defiende el Gobierno central, que aplica medidas excepcionales a los inmigrantes?
R. Sí. Para nosotros todos los inmigrantes son iguales. La postura del Gobierno vasco no tiene nada que ver con la del Ejecutivo del PP. En Euskadi queremos empezar a trabajar el tema desde ya a pesar de que con el nivel tan bajo de inmigración que tenemos se podía haber apostado por el asistencialismo, por dar dinero a las ONG para que compren unas mantitas o para que den comida a los inmigrantes. Por la caridad en definitiva.
P. Dentro del Plan de Inmigración, ¿cómo se va facilitar el alquiler de viviendas a inmigrantes cuando muchos de ellos no pueden acreditar ingresos estables al hallarse en situación irregular?
R. Como primera medida podrán intervenir en los sorteos de pisos de alquiler aunque no tengan permiso de residencia, sólo con presentar el certificado de empadronamiento y el pasaporte. Para resolver la cuestión de los ingresos, barajamos la posibilidad de que los inmigrantes cuenten con el aval de organizaciones no gubernamentales. Todo está en estudio. Se trata de buscar la fórmula que no provoque agravios entre el resto de la población.
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