"En las aulas se limitan a reproducir la realidad, nadie les incita a crear"
Miguel Pérez Aguilera nació en Linares (Jaén) pero llegó a Sevilla en 1945 y desde entonces ha mantenido una puerta abierta hacia la libertad en el arte, puerta que han atravesado pintores tan prestigiosos como Carmen Laffón, Luis Gordillo, Francisco Cortijo, Patricio Cabrera o Curro González. Catedrático de Dibujo del Natural de la facultad de Bellas Artes de Sevilla hasta 1985 y profesor emérito desde entonces, Pérez Aguilera, cerca ya de los 89 años, inauguró el viernes una nueva exposición en Sevilla. Una treinta de sus lienzos abstractos podrán verse en el monasterio de San Clemente hasta el 11 de enero.
Pregunta. Con tantas exposiciones a sus espaldas, ¿qué le supone hacer una más?
Respuesta. Es una satisfacción poder ver mis obras colgadas y analizarlas yo mismo, sin esperar a que nadie me diga lo que le parecen.
P. ¿Le preocupa una mala crítica?
R. Siempre he tenido buenas críticas y eso ha sido un estímulo, pero en realidad no me importa. Yo siempre he ido buscando mi propio camino en la pintura.
P. Asegura que tiene más de 2.000 cuadros en su estudio, parece que está viviendo una segunda o tercera juventud ¿produce más desde que se jubiló?
R. Subo diariamente a mi estudio con bastante agrado. Si, quizás ahora me refugie más en la pintura que en otras cosas.
P. A juzgar por lo que se ve ahora, ¿cree usted que la facultad de Bellas Artes fomenta la creatividad?
R. En las aulas se limitan a reproducir la realidad, nadie les incita a crear. Eso ya no interesa en absoluto, la pintura de hoy tiene más significados y más calidad.
P. ¿Si usted fuese un artista recién licenciado, elegiría otro medio distinto a la pintura?
R. No, estaría haciendo pintura al óleo que es como más a gusto me encuentro. Nunca he cambiado la pintura por nada. Cuando era joven, durante la etapa que pasé en Madrid, probé con los acrílicos que estaban entonces muy de moda; pero me di cuenta que el resultado tenía mucha más gracia con mi pintura al óleo de siempre.
P. Usted muestra ahora en Sevilla obras de la última década, ¿en qué ha cambiado su estilo en estos años?
R. Las nuevas obras son más ligeras, menos detallistas. Con los años tiendo a la simplificación. El buen hacer se nota más así en una obra.
P. Por lo visto, no tiene ninguna intención de retirarse.
R. No, creo que cuando llegue el momento me iré con la paleta y los pinceles en la mano. Mi vida está casi realizada, pero la verdad es que tengo mucha ilusión por mi trabajo. Todavía encargo lienzos de gran formato para trabajar, como los que me esperan ahora.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.