La Cámara introduce la figura del diputado no adscrito para luchar contra el transfuguismo

La Junta de Portavoces del Parlamento acordó ayer por unanimidad aprobar hoy en el pleno, por el procedimiento de lectura única (sin debate), la reforma del reglamento de la Cámara para introducir la figura del diputado no adscrito, como una forma de luchar contra los tránsfugas. En concreto se modifican los artículos 22, 23 y 24 de la norma de funcionamiento de la Cámara, cuya redacción se altera para incorporar este nuevo estatus parlamentario donde antes se hacía alusión al grupo mixto.

De esta forma, los diputados que no se integren en el grupo parlamentario en cuya candidatura han concurrido a las elecciones, en adelante no pasarán en el grupo mixto, como hasta ahora, sino que adquirirán la condición de no adscrito. Sólo podrán estar en el grupo mixto si no pueden constituir grupo propio porque su formación no tenga el número suficiente de escaños (cinco) o no haya alcanzado el 5% de los votos emitidos en el conjunto de Andalucía.

Lo mismo ocurrirá con los diputados que causen baja de su grupo una vez iniciada la legislatura: serán no adscritos, es decir, únicamente con los derechos reconocidos reglamentariamente a los diputados individualmente considerados (voz, voto, retribuciones fijas y periódicas, etcétera), pero no dispondrán de los medios materiales y subvenciones para cubrir gastos de funcionamiento que reciben los grupos parlamentarios.

Si esta reforma estuviera vigente, los actuales diputados del grupo mixto, Pedro Pacheco y Ricardo Chamorro, que dejaron el grupo andalucistas por una escisión de su fuerza matriz, serían ahora parlamentarios no adscritos. No obstante, Chamorro votó ayer a favor de la modificación en la Junta de Portavoces.

Mientras que todos los portavoces se limitaron a felicitarse por esta medida, que creen positiva, y eficaz -además de comentar que "preferían callarse lo que el cuerpo" les pedía decir-, José Caballos, del grupo socialista, se extendió en componer un canto al sistema de partidos centroeuropeo, en contraste con el anglosajón. Según Caballos es el momento de "reforzar" a los partidos políticos, porque poseen las garantías del pluralismo y son los que "financian y promueven". El socialista añadió que le parece impecable la norma porque penaliza a los tránsfugas "y no hay mayor corrupción que la que supone una estafa".

José Caballos se lamentó, no obstante, de que no exista una normativa estatal fuerte para evitar el transfuguismo en los ayuntamientos, donde se da con más frecuencia este fenómeno, ya que no se han cumplido tampoco los pactos antitransfuguismo "por culpa de todos los partidos".

La Mesa del Parlamento, según la nueva norma, se reserva la decisión sobre el procedimiento de intervención en pleno y comisiones de los no adscritos.