La UE propone cuentas bancarias móviles y un teléfono único para bloquear tarjetas perdidas

La Comisión Europea ha publicado un documento de consulta orientado a la creación de un Área de Pago Único en la Unión Europea. Se trata de convertir el pago transfronterizo en algo tan fácil, cómodo y seguro como los pagos realizados en el interior del propio país. Entre las ideas más innovadoras se halla la de establecer un único número de teléfono europeo para bloquear las tarjetas perdidas o robadas y la posible creación de una cuenta bancaria portátil, con un número transferible por el titular entre diversas entidades.

La inicitiva de Bruselas (que abre un periodo de consulta de tres meses en el que espera recibir opiniones de instituciones de crédito, particulares, asociaciones y empresas) nace de la constatación de que en la UE hay una moneda única, pero no existe un marco legal único para los pagos que no se realizan en efectivo. La consecuencia de esa fragmentación es que se inhibe la realización de operaciones comerciales propias de un mercado único, competitivo y dinámico, como la adquisición de bienes o servicios en un país por un ciudadano residente en otro o la realización de compras por Internet.

Con la creación de este Área Única de Pagos se trata de armonizar, por ejemplo, la protección contra el abuso de un instrumento de pago, la revocación de una orden de pago o el derecho al reembolso, aspectos sobre los que varían las distintas legislaciones en los Quince. Entre las propuestas de la Comisión figura la de rebajar de seis a tres días el cumplimiento de las órdenes de pago entre países o que se puedan pagar bienes y servicios en uno con cargo a una cuenta bancaria en otro.

Bruselas especula con la posible creación de números de cuenta bancaria portátiles, aunque duda de que sea una medida factible a corto plazo por los problemas técnicos que genera. Entre las medidas propuestas para aumentar la seguridad en los pagos, la Comisión pide opinión a los europeos sobre establecer un número de teléfono único en Europa para bloquear tarjetas de crédito perdidas o robadas.