"El problema es que se habla mucho de los funcionarios y poco del servicio público"

Manuel Pezzi (Nerja, 1947) es el coordinador del Consejo Asesor que ha elaborado el documento sobre la segunda modernización. Ex consejero y diputado autonómico, cree urgente cambiar el funcionamiento de la Administración.

Pregunta. Primero fue el grupo que organizó Javier Torres Vela, luego el foro Nuevo Siglo y ahora la segunda modernización. ¿Esta vez va en serio?

Respuesta. Por supuesto. Sólo que ahora, a diferencia de las otras veces, este documento pone el foco en las nuevas tecnologías y en la nueva sociedad. Aquellos que no hagan más investigación e innovación no serán productivos y no tendrán futuro. Hasta ahora no hemos apostado por esos temas en España, hemos crecido en una economía tradicional y los temas de investigación e innovación los hemos dejado de lado.

"Mantener empresas con dinero público que no sean competitivas es un derroche"

"A aquellos que se colocan en la ortodoxia vieja del PSOE, les queda un 'pelao"

P. ¿Por qué usan expresiones incomprensibles como transversalidad de género, sostenibilidad, acciones desencadenantes...?

R. Hemos intentado hacerlo más cercano, pero es verdad que algunos elementos no los hemos deglutido suficientemente para convertirlos en un lenguaje cercano a la ciudadanía. Estoy por hacer un esfuerzo y convertirlo en un román paladino comprensible.

P. Parece que a la UGT no le ha gustado que se ponga el acento en la necesidad de aumentar la productividad.

R. Lo que decimos es que crear más empleo no es sólo estar empleado, sino crearlo por propia iniciativa. El volumen de empresas que hay en Andalucía es muy bajo todavía y en muchos casos son empresas poco innovadoras y competitivas. Pensamos que en la medida en que el foco lo ponemos en crear más tejido empresarial estamos hablando de crear más empleo y más empleo estable. La UGT lo que dice es que quizás no se debería haber variado el objetivo del análisis.

P. ¿Los agentes sociales necesitan una pasada urgente por la modernidad?

R. El debate es para todos, no sólo para el Gobierno. Las nuevas formas de producir necesitan también un nuevo sindicalismo y un nuevo modelo empresarial. Cuando se globaliza la economía, la cultura y las formas de aprender, todo el mundo tiene que adaptarse a la nueva realidad y el que no lo haga no tiene futuro. Ése es el gran debate y los sindicatos lo tendrán que hacer.

P. Proponen cambiar de raíz la Administración andaluza, pero hay una realidad: el Gobierno lleva 12 años sin aprobar una ley de Función Pública, entre otras cosas, por la resistencia sindical.

R. Todos estamos de acuerdo en que hay que hacer una reforma de la Administración pública porque se nos ha quedado vieja. El modo de crear empresas requiere que la Administración dé respuestas en un plazo de días. El problema con el que nos encontramos es que aquí se habla mucho de los funcionarios y poco del servicio público. Debemos hablar más de cómo damos mejor servicio a los ciudadanos, sabiendo que los funcionarios tienen unos derechos y unos deberes que vamos a respetar, pero adaptándolos a la nueva realidad.

P. ¿Eso se debe a que hay mucho funcionario-político?

R. No. Hay una inercia enorme que hace que, por ejemplo, cada vez que se habla de educación sólo se aborda cuánto van a cobrar los profesores y no de cómo educamos mejor. Ése es el engranaje que tenemos que solventar. Si no lo hacemos por consenso, alguien tendrá que tomar la decisión, posiblemente achicharrándose políticamente, de cambiar esta Administración para hacerla más eficaz, más transparente, más instantánea, más cercana, con gente controlando y evaluando. Si el acuerdo es posible en un tiempo récord será fantástico, pero si no, los servidores públicos tendrán que tomar decisiones para que el servicio público se garantice. Si no cambiamos la Administración, nuestra economía no será competitiva.

P. Otro motivo de achicharramiento puede ser el de cambiar la política de subvenciones.

R. Creo que ese modelo está acabado. Hay un reflejo todavía en este Gobierno: hay una consejería que a la vez es de empleo y de desarrollo tecnológico, con lo cual une en un mismo responsable político el supervisar el que haya más empleo con el fomento de las empresas que sean más productivas y competitivas. Las políticas de empleo deben estar en un ámbito y las de fomento en otro, porque lo que no se puede permitir es mantener empresas con dinero público que no sean competitivas. Es un derroche.

P. Los socialistas andaluces hasta ahora no decían eso.

R. Si los socialistas no estuviéramos por una economía competitiva no tendríamos futuro como partido y como elemento de liderazgo de la sociedad. Veo más útil decirle a una empresa que sin innovación no es posible que se la siga apoyando y buscarles a esos trabajadores un reciclaje.

P. ¿Un partido que va cumplir 22 años gobernando es capaz de romper sus propias inercias?

R. Hace dos años, cuando empecé a coordinar el debate, tenía mis dudas. Mi gran aliado durante todo el recorrido ha sido el presidente de la Junta y encontré reticencias en algunos responsables políticos, pero con el paso del tiempo debo decir que tanto el partido como el Gobierno han ido girando sus posiciones cada vez más convencidos de que, ante una nueva realidad, son necesarias nuevas respuestas. Lo que estoy viendo es que las consejerías están sacando proyectos ligados a la segunda modernización.

P. Preguntaba por su partido.

R. La vicesecretaria general, Mar Moreno, es absolutamente impulsora no sólo del debate de la segunda modernización, sino de todo lo que significa el cambio en el partido socialista. Yo sí veo en los nuevos dirigentes de este partido cada vez más convencimiento. Después puede haber alguna reticencia en cuanto a los cambios de modelos que han dado buen resultado hasta ahora. El presidente de la Junta, que ha sido el verdadero impulsor del debate, y la vicesecretaria general están convencidos del proyecto.

P. Según Díaz Nosty, hay guardeses en el PSOE que temen el cambio. ¿Los hay?

R. Si los hubiera, no son relevantes. A aquellos que se colocan en la ortodoxia vieja, antigua y en un modelo de partido periclitado, pues... como se dice vulgarmente, les queda un pelao, no tienen futuro.