Clásicos del motor

Empezó como rareza de un puñado de excéntricos y con el paso del tiempo se ha ido transformando en una afición compartida por cada vez más público. Hace 20 años, el primer Salón Auto Retro convocó a unas pocas decenas de coleccionistas en el palacio de Victòria Eugènia para comprar, vender e intercambiarse piezas, repuestos y cachivaches relacionados con sus coches antiguos. Luego la feria pasó por diversos escenarios, como las Drassanes, el Poble Espanyol, el mercado del Born -donde se vivieron las ediciones quizá más brillantes y la feria empezó realmente a popularizarse-, el estadio Olímpíco y otros edificios del recinto ferial de Montjuïc. Ayer abría sus puertas en el mismo palacio de Victòria Eugènia la 20ª edición de este salón, que con sus 20.500 metros cuadrados de superfície, 170 expositores y 700 vehículos en exhibición se ha convertido en el evento de referencia dentro del mundo del vehículo clásico en España. Más de 50.000 personas lo visitaron el pasado año.

La feria homenajea al carrocero barcelonés Pedro Serra, del que se exhiben varios modelos

El XX Salón Auto Retro fue inaugurado el jueves a mediodía por el consejero de Trabajo, Antoni Fernández Teixidó, y a las pocas horas el recinto se encontraba rebosante de público. La feria permanecerá abierta hasta el lunes (de 10.00 a 20.00 horas). Consolidado como el mejor salón del calendario español, Auto Retro forma parte actualmente del programa de Fira de Barcelona, aunque sigue al frente de él su creador original, Fermí Sulé, coleccionista él mismo y personaje metido en el mundo de los coches antiguos desde hace muchos años.

Cada año el salón gira en torno a un tema estrella que actúa como gancho para los visitantes y se convierte en eje de la feria. Esta vez se trata del homenaje, más que merecido, al carrocero barcelonés Pedro Serra, que durante casi 40 años gozó de gran reputación en España, y particularment en Cataluña, como estilista del automóvil, al realizar, casi siempre por su cuenta y de forma artesanal, diseños propios y personales. Serra (Barcelona, 1926) se inició en el oficio por tradición familiar y a partir de los años cuarenta empezó a firmar estilizadas carrocerías deportivas que nada tenían que envidiar a las de sus afamados colegas italianos y franceses.

Algunas de ellas se muestran en el repaso a la larga trayectoria del carrocero catalán que ofrece Auto Retro. Está uno de sus primeros trabajos, un Rolls Royce Phantom III de 1938 con motor de 12 cilindros, recarrozado en enorme limusina. La mayoría son de tipo spider (descapotable biplaza) y se incluyen un Renault 4/4, un Seat 1400, un Seat 1500 y dos soberbios deportivos Pegaso de 1956, un Z-102 y un Z-103. También hay un pequeño Seat 600 Corver (1965), un coupé sobre base Citroën Dyane, un MG 1300 Crazy, un Seat 124 Sport 1600 (expuesto en el Salón del Automóvil de 1972) y el espectacular Dodge 3700 GT Boulevard, con carrocería de fibra dibujada por Michel Liprandi.

Otras piezas de excepción son un Hispano-Suiza K6 de 1935 con motor de seis cilindros en línea y cinco litros, y con una singular carrocería del maestro Franay, y un Renault 10 HP de 1913 con motor de cuatro cilindros y 2.120 centímetros cúbicos.

Merece la pena detenerse en el área reservada a los ingenios de vocación agrícola. Llegado de Richmond (EE UU), está el tractor de vapor Gaar-Scott de 1880-1885, uno de los pocos que quedan en el mundo. Utiliza leña y carbón como combustible y la potencia de su motor ronda los 15 caballos También hay otros tres tractores americanos de principios del siglo XX.

El apartado dedicado a la moto es tan importante que para muchos se trata de lo que mantiene realmente en pie el salón: especialistas, restauradores, vendedores de piezas y máquinas, industria auxiliar. Todo ello ocupa un buen tercio del Auto Retro y convoca a un público muy numeroso, predominantemente joven.