"Estamos en manos de los operadores turísticos"

Además de desempeñar los cargos de vicepresidente de la Confederación Catalana de Hostelería y presidente del Gremio de Hoteleros del Maresme, Manel Vila (Calella, 1926) fue quien dio, hace 50 años, el primer paso para crear lo que hoy es uno de los motores económicos de Cataluña: el turismo de masas. Sin embargo, este verano el sector de sol y playa ha sufrido una crisis al registrar descensos de ocupación que han llegado a ser del 20% en el norte del Maresme y el sur de la Costa Brava. Esta caída ocasionó que muchos hoteleros tuvieran que plegarse a las exigencias de los hoteleros.

Pregunta. Este verano los hoteleros de la costa se han visto obligados a reducir precios por la presión de los operadores turísticos. ¿Se trata de un abuso o son ustedes quienes se hacen valorar poco?

"Los políticos deben tomar nota del descalabro que supuso la 'ecotasa' en Baleares"

Respuesta. Yo diría que los operadores y los hoteleros jugamos a lo mismo. Todo se supedita a la ley de la oferta y la demanda. En Cataluña hay más plazas de las que los operadores necesitan y lo aprovechan para apretarnos. Este verano, además, hemos sufrido los efectos de la crisis económica que han padecido Francia y Alemania, que son nuestros principales mercados emisores.

P. Sin embargo, usted ha denunciado que para el año que viene los operadores ya han comunicado que se niegan a pagar más por sus servicios.

R. En efecto, los contratos que nos han llegado son explícitos: aumento cero para el 2004. Estas empresas no contemplan la subida de los precios en el sector de la alimentación, ni que hayamos firmado un convenio con nuestros trabajadores para aumentar su sueldo el 3,4%.

P. ¿Y cómo van a afrontar la próxima temporada?

R. Reduciendo los márgenes de beneficio. Cualquier empresario pensaría en bajar la calidad de su producto. Pero en el sector turístico es impensable, puesto que los operadores nos exigen mejores servicios a precios más baratos. Además, hay un gran volumen de turistas que vienen año tras año y que si echan de menos una verdura en el menú se quejan. En cambio, no se dan cuenta de que cada verano pagan lo mismo y les ofrecemos más calidad.

P. ¿Se puede ofrecer calidad por 18 euros en temporada alta?

R. Esta cifra suena a chiste y me duele, puesto que es lo más barato que debe de haber en el mercado. No obstante, debo confesar que el resto no cobramos mucho más. Aquí hay que tener en cuenta dos factores. El primero son los contratos de garantía [que consisten en que el operador exige una rebaja cuantiosa a cambio de llenar el hotel] y el segundo es que aún persisten pequeñas residencias que desde hace 25 años no tocan ni un ladrillo. A éstas, los mayoristas les pagan para que hagan alguna reforma y vayan llenando sus habitaciones a estos precios. Así que, además, hemos de competir con nuestros vecinos. A estos establecimientos les resultaría más rentable efectuar una operación inmobiliaria y convertirse en apartamentos.

P. Es decir, resulta imposible que los hoteleros hagan un frente común para frenar las exigencias de los operadores.

R. ¿Y cómo lo vamos a hacer? El operador es quien fija los precios y el hotelero o acepta o no consigue llenar sus establecimientos. Ya les hemos expuesto en más de una ocasión que con los precios que nos marcan no alcanzamos a ofrecer todos los servicios, pero su respuesta es que si no nos interesa ya buscarán otro establecimiento. Yo no conozco a ningún operador que se plantee ofrecer a sus clientes una selección de hoteles que presten mejores servicios aunque sea más caro. Sé de turistas que presumen de conocer la gastronomía catalana porque llevan años alojándose en hoteles de nuestra costa. Pero es imposible. ¿Cómo les vamos a dar bacalao si cuesta lo mismo que lo que pagan ellos por la pensión completa?

P. Pese a los agravios que plantea, la planta hotelera en Cataluña sigue aumentando.

R. Sí, y creo que es un error. El asunto del crecimiento se ha debatido en la Confederación Catalana de Hoteles y, la verdad, estamos preocupados. En el sector hotelero hay bastantes empresarios que no saben nada de hostelería y que, en cambio, invierten pensando que van a obtener grandes beneficios.

En Santa Susanna (Maresme), se van a abrir 4.000 nuevas plazas, cuando lo que necesitamos es un parque o un reclamo atractivo para la zona.

P. También se ha puesto en cuestión el déficit que supone el turismo para los municipios.

R. Esto nos lo suelen echar en

cara y ahora parece que se quiere resucitar la polémica ecotasa, aunque creo que los políticos deben tomar nota del descalabro que significó aplicarla en las Baleares.

P. ¿Se lo ha dicho a los candidatos a presidir la Generalitat?

R. Les hemos solicitado que, cuando tomen una decisión que nos afecte, primero lo consulten con nosotros y sean consecuentes con las medidas que adopten. Por ejemplo, nos exigen que tengamos un socorrista y una enfermera en la piscina. Nosotros reclamamos que el Gobierno haga lo mismo en las playas. Claro que asumimos que debemos salvar vidas, pero precisamente estamos pidiendo que soterren las vías del tren porque cada año mueren una decena de personas cruzándolas y aún esperamos una respuesta.