_
_
_
_

Serrat entusiasma a 15.700 personas en el Sant Jordi con su cara más sinfónica

Con casi media hora de retraso, las primeras notas de un novedoso arreglo de Barcelona i jo rompieron la frialdad del Palau Sant Jordi. La aparición de Serrat -traje negro y camisa blanca- abriéndose paso entre los músicos de la orquesta dejó ya claro que no iba a ser una noche más. Tras ese primer tema, curiosamente no incluido en el disco sinfónico que presentaba, Serrat saludó a su público dándole la bienvenida a la fiesta, una buena definición de lo que estaba a punto de suceder. Una fiesta centrada en esos 40 años de relación entre Serrat y los barceloneses, pero vivida sin, prácticamente, el menor signo de nostalgia.

Para esta nueva aventura, Serrat ha materializado el sueño de todo cantautor: ver sus canciones arropadas por una orquesta sinfónica. Joan Albert Amargós fue el encargado de realizar los arreglos que añadieron un punto de excitación y novedad a los viejos temas. El propio Amargós dirigió ayer a una briosa Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya. Canciones de todas las épocas se fueron intercalando en un amplio escenario en tonos blancos y negros resaltado por un gran telón de fondo sobre el que sobresalía ocasionalmente una gigantesca pajarita.

El sobrio y magnífico diseño de escenario se completó con una sonorización de gran altura pese a las enormes dificultades de amplificar una orquesta sinfónica de más de 60 músicos.

Triunfo compartido

Cançó de matinada, interpretada en cuarto lugar, puso ya muy alto el listón y con toda seguridad consiguió que el público que llenaba el local, 15.700 personas según la organización, olvidara las dificultades vividas para llegar al Sant Jordi. La lluvia y la coincidencia con el partido de fútbol del Espanyol en el estadio olímpico originaron embotellamientos y falta de aparcamiento. Todo se olvidó una vez dentro: Serrat volvió a triunfar, esta vez compartiendo méritos con el bloque sinfónico que tenía a sus espaldas y los espectaculares arreglos de Amargós.

En un largo espectáculo dividido en dos partes, el cantante repasó todas las canciones de su último disco, Serrat sinfónico, y añadió otras cinco en catalán no incluidas en él (entre ellas temas como Temps era temps y El meu carrer). Mediterráneo, Cantares y Fa vint anys que dic que fa vint anys que tinc vint anys fueron los temas mejor recibidos de un concierto marcado por la enorme cercanía entre el escenario y las sillas de pista y gradas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO
VICENS GÓMEZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_