Ferrocarrils de la Generalitat registra un corte de catenaria y un escape de gas

Un camión se enganchó ayer con un cable aéreo que se partió y cayó sobre la catenaria de la Línea 1 de los trenes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), en el paso a nivel de la estación de Massalavés. A consecuencia de ello, el chispazo del cable originó un incendio en la zona de cañas junto a la vía. El tráfico entre las estaciones de Massalavés, Alberic y Vilanova de Castelló (esta última final de trayecto) estuvo cortado durante varias horas. Fuentes de FGV explicaron que la incidencia tuvo poca trascendencia en los viajeros porque esas tres estaciones que vieron interrumpido el servicio no son las de mayor condensación de pasajeros, aunque sí se arbitró un sistema alternativo de traslado por autobús. También en la mañana de ayer se registró otro incidente en la estación de Paterna. Junto a la vía se realizan unas obras de conducción de gas. Una excavadora picó un conducto y causó una fuga. Ante el posible riesgo fue alertada también la empresa FGV, que barajó la opción de interrumpir el servicio aunque finalmente lo desestimó. La compañía Cegas confirmó el siniestro, localizado entre las calles de Santa Justa, de Rufina y de Vías Férreas. Las excavaciones las realizaba una compañía externa y la fuga, sobre la que trabajaron técnicos de la compañía de gas, afectó a un núcleo de vecinos de Paterna.

Incidente en Renfe

También ayer, minutos antes de las 11.00, un bidón cargado con alrededor de 800 litros de cloro tuvo una fuga de unos 130 litros en la zona de entrada a la zona de reparación de trenes en la estación de la Font de Sant Lluís, en Valencia.

Según fuentes de Renfe el incidente se produjo en la maniobra de trasvase de la sustancia que cargaba un camión-bidón. Un desplazamiento en la carga causó la fuga de cloro, sustancia tóxica. Para neutralizar el vertido, según las mismas fuentes, se lanzaron unos 400 kilos de sepiolita, una arena con propiedades absorbentes que se utiliza sobre este tipo de sustancias.

En el momento del vertido, Renfe activó el protocolo de alerta, por lo que fueron avisados el 112, bomberos y Policía Local, unidades de estos dos últimos cuerpos se personaron en el lugar. Fuentes de Renfe aseguraron que el vertido de cloro -la sustancia se utiliza en algunas de las operaciones de limpieza y mantenimiento de los trenes- no afectó al normal funcionamiento de la estación y que las personas que estuvieron próximas a la sustancia no habían sufrido ninguna lesión.