Un camino hacia la poesía
Muchos de quienes doblan la edad de la Constitución Española, que estos días se homenajea con tanta alharaca, tienen un agujero enorme en su formación literaria: no son lectores de poesía. Nadie les enseñó. A lo más que llegan es a iniciar unas estrofas de la Canción del Pirata -o alguna otra de su guisa-: "Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela...". Esprocenda y poco más. La poesía no era, increíblemente, materia de enseñanza en aquellos grises años cincuenta.
Algunos, con el paso del tiempo y de un baño por las aulas universitarias, complementaron este escaso conocimiento con un barniz de poetas rojos: Lorca, Hernández, Neruda, Alberti. Pero se conocía más al activista político antifascista que al escritor y poeta que había detrás de tan ilustres apellidos. Llegaban así aquellos estudiantes a la edad adulta con algún poemilla suelto en la mochila, acompañado a veces del soniquete musical que algunos audaces le habían adosado: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar...". ¡Cuánto se deben Machado y Serrat!
ALMANAQUE DE FABULADOR
Luis García Montero
Textos en el aire. Tusquets.
205 páginas. 14 euros.
Pero poco más. ¿Poesía? Es muy aburrida. No la entiendo. Hay excusas para todos los gustos. ¿Qué deberían hacer todos aquellos que sienten ese vacío en su formación literaria? Hay quien recomienda empezar por los poetas fáciles. Los descriptivos. Machado no está mal. Luego se pueden aventurar en más profundos recovecos. Hay otra vía, también muy placentera: leer a los poetas cuando escriben prosa. Lo uno llevará a lo otro.
Este nuevo libro de Luis García Montero (Granada, 1958), Almanaque de fabulador, puede servir como excelente introductor a ese mundo mágico y sorprendente de la poesía.
"La columna es el soneto de la prosa", dice el autor.El poeta granadino ha seleccionado 50 artículos aparecidos en la edición andaluza de este periódico entre 1995 y 2001 y ha conformado con ellos un año imaginario en el que los asuntos cotidianos -la lluvia, el sol, la nieve, las vacaciones, el trabajo, las fiestas- alcanzan un papel relevante por dos razones: por la calidad y la belleza con que están escritas estas reflexiones y porque detrás de esas hermosas palabras hay un honrado intento de dar respuesta a algunos de los problemas que asaltan al ciudadano de este tiempo. Les gustará este libro y les abrirá el camino para los poemas de García Montero. Terminarán amando la poesía.
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