Replantearse el 112
El objetivo de esta carta es inducir un replanteamiento serio de nuestro servicio 112. Hace dos años, durante una noche de julio y en una terraza de verano de Madrid, cayó un árbol sobre algunas personas que estábamos allí. Hubo seis o siete heridos, de las cuales dos tenían brechas en la cabeza y otras golpes considerables también en la cabeza.
Llamé al 112 y salió una cinta: "Espere porque en este momento nuestras líneas están saturadas". Esperamos, total no era tan grave: mi amiga sólo tenía dos brechas en la cabeza, posteriormente fueron ¡veinte puntos! Después de poder hablar con alguien del 112, las ambulancias tardaron 15 minutos en llegar; llegaron antes los bomberos y atendieron como pudieron a los heridos. No tengo queja en cuanto a la profesionalidad de los sanitarios, que, por fin, llegaron y nos atendieron. Pero sí quiero decir que afortunadamente el cuerpo humano es más resistente de lo que pensamos y no hubo consecuencias muy graves. ¿Quizá nuestros sanitarios del 112 lo saben y por eso no les preocupa tener las líneas saturadas, ni que las ambulancias tarden 15 minutos en llegar una noche en la que el tráfico era inexistente ya que eran las 0.30 de un viernes?
Hace dos días, una alumna de 16 años se desmayó en el colegio en el que trabajo, perdió la consciencia y una trabajadora del centro llamó al 112. Comprobamos de nuevo que la ambulancia tardó 20 minutos en llegar, estando en una calle perfectamente accesible del centro de Madrid. No quiero pensar cómo se resolverán situaciones graves en carreteras comarcales. ¿O es que todos los que se tienen que mover por allí han estudiado Medicina para ayudarse solos?
Tuvimos que hacer dos llamadas más al 112 y, claro, como pasaba el tiempo, afortunadamente la alumna recuperó la consciencia sola y finalmente pudo ponerse en pie sola, justo cuando entraban dos trabajadoras del Samur diciendo: "¡Mira la que estaba inconsciente!". Claro, afortunadamente, como pasó tanto tiempo, mi alumna tenía sólo dos posibilidades: despertarse sola o quedarse durmiendo hasta que llegara el Samur.
Pienso que necesitamos una mejora exhaustiva del 112: yo quise poner una denuncia relacionada con la caída de aquel árbol hace dos años y, sin querer comprometer a nadie, el policía me dijo que no llamase al 112, sino directamente y por separado a bomberos, ambulancias o policía. Ahora bien, no todo son defectos: los asesores de marketing del 112 son muy buenos: ¡los anuncios televisivos del 112 son maravillosos!
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