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La diplomacia francesa secunda mayoritariamente una huelga sin precedentes

El Ministerio de Exteriores y su potente red en el extranjero -la segunda mayor del mundo después de la estadounidense- sufrió ayer una huelga sin precedentes en la historia secular de la diplomacia francesa. "Villepin, sin medios no irás muy lejos", gritaban unos 200 manifestantes en referencia al nombre de su ministro, concentrados ante el Senado en el momento en que se discutía el presupuesto para 2004.

"Como en Rusia, tenemos que utilizar los dos lados de cada folio para hacer fotocopias", explicó uno de los manifestantes". "Estamos en primera fila en el conflicto de Irak, pero detrás de eso hay una realidad muy distinta". El presupuesto de 4.200 millones de euros para Exteriores es uno de los más pequeños entre los ministerios clave. Al personal diplomático le ha sublevado un recorte de las primas de desplazamiento al exterior.

De las 154 embajadas, la huelga fue casi total en 126, según fuentes sindicales. El ministro, Dominique de Villepin, reconoció datos menos espectaculares, pero en todo caso reveladores de un amplio seguimiento por parte de 9.200 funcionarios y 6.000 profesores de los centros culturales y la red de liceos. El embajador en Indonesia se declaró en paro pero continuó trabajando, lo mismo que muchos diplomáticos de Madrid y de Tokio, que hicieron huelga "a la japonesa" con el fin de "asegurar la continuidad del servicio público", explicó uno de ellos.

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