Falta de respeto

Me dirijo a usted con motivo de la crítica del musical Cabaret que aparece en el suplemento Babelia el pasado sábado día 22 de noviembre. Creo que el señor Ordóñez no puede criticar un espectáculo del que se ha marchado en el intermedio, como él mismo señala. Me parece una falta de respeto al arte, a la expresión y al trabajo de tantas personas que hacen posible cada representación.

El segundo acto de Cabaret es decisivo y clave en el desarrollo de la trama.

Quiero aclarar (ya que también esto se nos critica) que los programas, por expreso pedido de Sam Mendes, se entregan al finalizar la representación. Con esto se intenta que el público ingrese a un verdadero cabaret del Berlín de los años treinta sin ninguna distracción.

En cuanto a los actores, son fundamentales a la hora de definir un proyecto teatral. Nos ha tomado un año formar este elenco, ya que los mismos deben actuar, cantar, bailar y además forman parte de la orquesta.

Todo esto no quiere decir que no aceptamos las críticas hacia nuestro trabajo, que muchas veces no han sido favorables. Simplemente me ha parecido que hay demasiados errores en la crónica, comenzando por no haber visto la obra hasta el final.

Trabajamos día a día para ofrecer mejores espectáculos. Cabaret está logrando que mucha gente se acerque por primera vez al teatro, y seguramente volverán a hacerlo después de esta experiencia. Los esfuerzos individuales son buenos, pero no suficientes. Necesitamos también que la prensa especializada deje sus prejuicios de lado y sea más objetiva a la hora de criticar.

Nuestra satisfacción más grande es que habiendo pasado las primeras 50 representaciones el teatro ha estado completo, el público ha aplaudido de pie y se ha ido con una sonrisa. Eso es lo que más nos importa.