El 70% de los becarios en empresas europeas encuentra trabajo en seis meses

Las becas Leonardo da Vinci ofrecen la opción de realizar prácticas remuneradas en empresas de la Unión Europea para estudiantes de último o penúltimo curso que aún no trabajan. Según un estudio de ADEIT sobre el impacto de las prácticas en la inserción profesional de los becarios, en los que se encuestó a 122 becarios, el 70% de los alumnos y titulados que realizó prácticas en el extranjero encontró trabajo en menos de seis meses con posterioridad de las becas Leonardo. La mitad lo hizo en el ámbito de la práctica, el mismo porcentaje que cree que la empresa ha valorado la beca para la concesión del puesto.

El programa Leonardo, financiado por la UE para promover un espacio europeo en materia de educación y formación profesional, equivale su "primo hermano" Erasmus, que ofrece la posibilidad de realizar una parte de sus estudios en otro país, pero aplicado a las prácticas de empresas. En términos comparativos, las cuantías de la Leonardo son superiores. El programa cubre 330 euros mensuales por cada uno de los seis de estancia y el pago del 80% se efectúa en los dos primeros meses. Además, se incluye alrededor de 350 euros para el viaje de ida y vuelta. La empresa receptora puede pagar una bolsa mensual, que en la mayoría de casos ronda los 300 euros mensuales. Con esto, los estudiantes van tirando en unos países en los que el coste de vida y los salarios son más elevados.

Al 40% de los becarios en prácticas les propusieron quedarse en la empresa europea

Silvia Ríos coordina este programa en la Fundación ADEIT de la Universitat de València desde hace quince años cuando las Leonardo, que nacieron hace ahora nueve años, se llamaban Comett. Hasta el año 2000 ADEIT gestionaba las prácticas europeas de todos los estudiantes de las universidades valencianas. A partir de este año, esta tarea se derivó a las oficinas de prácticas de empresa o de relaciones internacionales de cada universidad. Ríos ha constado el cambio de la actitud en los becarios: "Antes era una operación de encaje y hasta que los estudiantes no tenían todo bien atado no se iban, ahora es todo lo contrario", explica de un programa en el que entre 1987 y 2000 participó un total de 1.100 estudiantes o titulados de las universidades valencianas. De ellos, unos 650 pertenecían a la Universitat. A estas cifras globales, habría que sumar cerca de 600 estudiantes (ya sólo referidos a la Universitat) de las cuatro últimas ediciones, según las mismas fuentes.

El número de becas que la UE asigna a cada organismo participante a través del Ministerio fluctúa cada año. En 2000 la Universitat recibió 205 becas, frente a las 30 concedidas el año pasado, una cantidad que Ríos califica de "irrisoria" por el peso y tradición de la universidad, que ha elevado una queja para que el Ministerio la traslade a la UE y se subsane la cifra para la próxima convocatoria, cuyo plazo de inscripción para los estudiantes concluirá el próximo 16 de enero. Hay que tener en cuenta que los plazos varían según universidades.

Con todo, la coordinadora resta importancia a este episodio "aislado" y subraya los datos del estudio de ADEIT, donde se señala que más del 85% de los becarios considera que realizar prácticas le ha sido útil para adquirir experiencia profesional. Por otra parte, la estancia en empresas de otros países europeos ha servido para abrir nuevos campos profesionales a más de la mitad de los becarios y un 70% destaca que se ha replanteado las posibilidades de movilidad en el trabajo a raíz de hacer prácticas fuera. También es muy significativo que al 40% de los becarios les ofrecieran permanecer en la empresa donde realizaron las prácticas, de los cuales aceptaron la oferta el 42,86%.