High Tech se acopla en su nicho
La cadena, formada por profesionales de Tryp, crece en el segmento medio del mercado
La venta del Grupo Tryp a Sol Meliá hace tres años dio a cinco de sus profesionales la oportunidad de montar una nueva cadena hotelera -High Tech- que ya ha alcanzado velocidad de crucero. Cobijada en el nicho de mercado de tres estrellas superior, la cadena cuenta ya con 17 hoteles, y en el primer trimestre del año que viene tendrá entre cinco y seis más.
Dos fondos de capital riesgo tienen el 60% de la empresa, y el 40% restante está en manos de los cinco fundadores
El objetivo del nuevo grupo es situarse en 2007 o 2008 con 40 o 50 hoteles y un resultado operativo de 20 millones de euros
Javier Candela, director financiero de High Tech, y Antonio Fernández Casado, director general comercial, tienen que cambiar de coche. En tres años, cada uno ha hecho al suyo 200.000 kilómetros en busca de nuevos establecimientos que añadir a un negocio para el que buscan un crecimiento "razonable", y que ya ha empezado a darles las primeras satisfacciones. Tras una primera etapa en la que los cinco fundadores del grupo estuvieron 14 meses sin cobrar, High Tech facturará este año 15 millones de euros y tendrá un resultado operativo de 1,5 millones.
La cadena surge de la iniciativa de cinco profesionales de la antigua Tryp, que se embarcan en el proyecto cuando la cadena para la que trabajaban se vende a Sol Meliá. Reúnen entonces todos sus ahorros y avalan los préstamos con sus casas. Consiguieron así dos millones de euros y, en paralelo, salieron al mercado a buscar inversiones. Y, como dicen, tuvieron "mucha suerte". "Fue un momento en el que en el mercado había mucho dinero dispuesto a invertir, así que vinieron enseguida fondos de capital riesgo", dice Candela. El 60% de High Tech está compuesto por los fondos Dinamia y N+1, que han aportado 28 millones de euros y tienen un 30% del capital cada uno, y el 40% restante está en manos de los fundadores de la cadena.
Los fondos tienen un compromiso de permanencia mínima de ocho años para permitir el proceso de inversión y consolidación que la cadena requiere. High Tech no adquiere ni construye los establecimientos, sino que crece básicamente por la vía de alquilar establecimientos ya existentes, normalmente de poca categoría, deteriorados y de propiedad familiar, que alquila a largo plazo -de 25 a 30 años- y sobre los que acometen una remodelación integral. La mayoría se sitúa en los cascos históricos de las ciudades y tiene un tamaño que Candela y Fernández Casado califican como "humano", de entre 60 y 80 habitaciones, "para poder atender al cliente de forma personalizada".
Hasta el momento, la inversión comprometida asciende a 20 millones de euros, a una media de dos a tres millones de euros por hotel, siempre de fondos propios. El resultado es la creación de dos marcas, High Tech, para los hoteles destinados más bien al mundo de los negocios, y Petit Palace, bajo la que se agrupan establecimientos con encanto en los que la arquitectura tiene un papel preponderante.
Madrid, donde ya hay abiertos nueve hoteles, y Barcelona son los focos principales de High Tech, pero también está presente en Valencia, Bilbao y Salamanca, en España, y en París, donde tiene dos establecimientos en la zona de la Ópera. Fernández Casado reconoce que están buscando establecerse en Lisboa, pero afirma también que la internacionalización no es algo prioritario, de momento.
La primera meta
"El objetivo de High Tech", dice, "es situarse en 2007 o 2008 con 40 o 50 hoteles y un resultado operativo de 20 millones de euros. Y entonces, parar y ver cómo seguimos".
En ese camino, la dificultad con la que tropiezan más veces es con la conclusión de acuerdos con los propietarios de hoteles que pueden ser alquilados. "No hay mucha tradición en el sector de arrendar y gestionar sin ser propietario de los inmuebles", dicen. Dificultad que se añade al carácter familiar de los establecimientos y a que éstos deben cumplir determinados requisitos, entre los que la ubicación es fundamental. "Nuestro éxito", dicen Candela y Fernández Casado, "radica en ser una compañía de nicho de mercado en un segmento que estaba desatendido". Y en unos precios moderados -"nunca más de 100 euros"- para unos hoteles tecnológicamente muy avanzados. De ahí el nombre de la cadena.
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