Hombres G llevan a Nueva York sus clásicos temas de los ochenta

Era la primera vez que tocaban juntos en Nueva York. El pasado viernes por la noche, en el Copacabana, el templo de la latinidad en Manhattan, Hombres G, el grupo que se hizo popular a finales de los ochenta y ha regresado recientemente a los escenarios, entusiasmó con sus clásicos a un público de incondicionales. Pese al frío y la lluvia que caían sobre la ciudad, cientos de personas se apiñaron para interpretar a coro las letras de Visite nuestro bar, Marta tiene un marcapasos, Venezia y, por supuesto, Devuélveme a mi chica.

David Summers, Daniel Mezquita, Rafael Gutiérrez y Javier Molina estaban encantados. "Para nosotros es muy divertido tocar en Estados Unidos", comentó Summers en un amago de camerino que se parecía más al trastero de un bar, eso sí, bien surtido de vino y de jamón. "El público es muy distinto, se desmadra mucho. En la comunidad latina, sobre todo entre los mexicanos, tenemos fama de escandalosos porque en su día dijimos cosas como mamón y marica. Nos recuerda un poco la época de Rockola", confesaba.

Nueva York fue la penúltima etapa de una gira que llevó a Hombres G a Chicago, Austin, Houston, Dallas, San Diego y Los Ángeles. Debían terminar hoy en Atlanta. "Vimos peleas, y nos llegaron a tirar botellas de cerveza. Ellos viven la música así", añadió Rafael Gutiérrez, "pero luego, cuando tocamos los temas más lentos, son tan románticos como un culebrón y muchos nos dicen que así conocieron a sus chicas". En el Copacabana neoyorquino, donde no se puede entrar ni con vaqueros ni con zapatillas de deporte y donde normalmente los viernes se toca salsa, la gente se portó. Dámaso, un incondicional que hace unos años se compró toda la colección de discos, saltaba enfervorizado. "Éstas son canciones de toda la vida".

En su época en solitario, Summers actúo varias veces en Nueva York. Esta vez el viaje se le ha hecho más pesado por las fuertes medidas de seguridad impuestas tras los atentados del 11-S. "Me reventaron la maleta un par de veces hasta que decidí dejarla abierta". Y como es norma en todos los aeropuertos estadounidenses, antes de subirse a los aviones la banda tuvo obligatoriamente que descalzarse para demostrar que no traían explosivos en los zapatos. Hombres G, que a finales de los ochenta encandiló a un público adolescente con Un par de palabras y La cagaste, Burt Lancaster, está cosechando un éxito inesperado entre los veinteañeros con sus viejos temas. Fue una sorpresa después de casi diez años de separación. "Es lo mejor que te puede pasar", comentó Molina, "que se mezclen las generaciones y venga a verte gente que antes no te conocía".

A lo largo de la gira estadounidense, el grupo ha tocado en todo tipo de locales, grandes y pequeños. "Es más agradable estar en un escenario donde puedes realmente acercarte a la gente; hay muy bien rollo, mucho mejor que en un campo de fútbol", dijo Summers.

En esta nueva encarnación, David, Dani, Rafa y Javier están dispuestos a trabajarse muy en serio el mercado estadounidense. "Primero empezamos con los clásicos y luego esperamos cantar cosas nuevas como Lo noto, que está funcionando muy bien. No venimos de Operación Triunfo y nos somos parte de ningún intercambio cultural", dijo Summers refiriéndose a las promociones que organiza la SGAE (Sociedad General de Autores) para patrocinar el rock en español. "Nosotros venimos en una gira normal y muy pocos grupos pueden hacer eso".