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UN POETA DE LA CONCIENCA

Martí i Pol, íntimo y solidario

La vida en él era una herida abierta. Desde hace treinta años sufría una esclerosis múltiple ("El més difícil, doncs, és sobreviure / amb escates de vidre a les entranyes", "Lo más difícil es, pues, sobrevivir / con escamas de vidrio en las entrañas") y se cumplen casi veinte de la muerte de su primera esposa, Dolors ("Arribaràs a ser una part tan íntima / de mi mateix que al capdavall la mort / se t'endurà de nou quan se m'endugui", "Llegarás a ser una parte tan íntima / de mí que al fin la muerte / se te llevará de nuevo cuando se me lleve").

El corazón de Miquel Martí i

Pol se quedó en silencio al empezar la tarde del 11 de noviembre. A pesar de las adversidades, nunca cejó en su compromiso con los demás, ni se apagó la calidez de su mirada, ni su sonrisa generosa dejó de acogernos, ni abandonó su gesto la cordialidad. Con Montserrat, su mujer, supieron construir nuevos territorios para el sueño y la ternura. Tuvo una juventud vital: cantaba, organizaba actividades culturales, inició con fuerza su trayectoria de poeta con Paraules al vent (Palabras al viento), 1954, Quinze poemes (Quince poemas), 1957, El poble (El pueblo), 1966, y La fàbrica, 1972, se implicó políticamente en el PSUC...

De golpe la enfermedad lo convirtió en un hombre solitario, silencioso, de lentitudes. Pero siguió habitando en él ese fervor, ese anhelo, esa invocación a vivir gozosamente. Si el franquismo había representado una losa que nos había robado la libertad y que asfixiaba la cultura catalana, ahora debía proseguir su camino con el viento en contra de una salud debilitada. Supo luchar contra la amargura y el reproche. Y perseveró en el esfuerzo de edificar una poesía que resonaba en muchos.

Martí i Pol escribía meticulosamente, con el rigor y la ambición de quien se sabe heredero y continuador de grandes escritores (Ausiàs March, Jacint Verdaguer, Salvador Espriu...) y de quien se plantea el reto permanente de lo auténtico, de lo verdadero, del agua clara de lo perdurable. Y consiguió, desde una profunda conciencia de la condición humana, haciéndose intérprete de las propias emociones y de las compartidas con tantos, reconociéndose en un pueblo que aspira a persistir, ser leído y amado. De su libro Estimada Marta (Amada Marta), 1978, que Joan Margarit tradujo espléndidamente al castellano, se han vendido hasta hoy más de 80.000 ejemplares. Martí i Pol ha sabido acompañar con sus versos a quienes el viento del deseo y del amor empuja a compartirse, a quienes se sienten desgarrados por ausencias, a quienes sueñan con horizontes de libertad. Y cantantes como Lluís Llach o Maria del Mar Bonet han ayudado a popularizar su poesía.

La continuidad y la exigencia

que definen su obra la han convertido en buena parte en su propia autobiografía. La dimensión literaria y social de Martí i Pol explican que haya recibido, entre otros reconocimientos, el Premio Ciudad de Barcelona (1988) o el Premio de Honor de las Letras Catalanas (1991). El año pasado consiguió el Premio Laureà Mela por su libro, de título casi premonitorio, Després de tot (Después de todo), que junto a Emili Suriñach traduje al castellano para la editorial DVD y donde el poeta épico de L'àmbit de tots els àmbits (El ámbito de todos los ámbitos), 1982, y el poeta de un erotismo fulgurante y lírico de Estimada Marta dejan paso al más intimista, que hace balance ("Només allò que és íntim sobreviu", "Solamente lo íntimo pervive"), con una lúcida, cansada e irónica mirada ("Fa molt de temps de tot", "Hace mucho tiempo de todo"), sin renunciar jamás a la ternura y a un sentido solidario de la existencia humana ("No passaré de vell, però confio / que sempre hi haurà algú per recordar / que el sol surt per tothom, i cada dia", "No pasaré de viejo, pero confío / que siempre habrá alguien para recordar / que el sol sale para todos, y lo hace cada día").

El poeta barcelonés Miquel Martí i Pol (1929-2003) visto por Loredano.
El poeta barcelonés Miquel Martí i Pol (1929-2003) visto por Loredano.

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