La Policía Municipal instala dos radares fijos en la M-30

La Policía Municipal de Madrid ha instalado dos radares fijos para detectar excesos de velocidad en dos puntos distantes de la M-30. Los cinemómetros están aún en pruebas, y por eso los conductores no han sido advertidos todavía de su colocación. Responsables de la Concejalía de Seguridad y Servicios a la comunidad señalaron ayer que desconocen la fecha exacta de su entrada en funcionamiento, pero subrayaron que se avisará con suficiente antelación.

Uno de los radares fijos ha sido colocado en el puente de O'Donnell, en la zona este de la M-30. El dispositivo apunta hacia la parte norte de la vía y está instalado en la vía de servicio. El segundo cinemómetro ha sido fijado en el puente del Rey, en el kilómetro 19,9 de la vía de circunvalación. Este último se encuentra en la calzada interior, en sentido hacia el puente de los Franceses. Se trata de dos aparatos metidos en una caja blanca con un visor.

Esta medida de poner radares fijos en las vías principales de la M-30 ya fue estudiada y adjudicada por la anterior concejal de Seguridad, la juez María Tardón. Según fuentes de la Concejalía de Seguridad, los radares funcionarán a determinadas horas del día y podrán ser cambiados de ubicación sin previo aviso. Eso sí, los paneles luminosos siempre alertarán a los conductores de que pueden ser sorprendidos por estos cinemómetros si superan el límite de velocidad, fijado en 90 kilómetros en la M-30.

La instalación de los radares móviles no supone que dejen de funcionar el resto de vehículos camuflados de la Policía Municipal dotados de este dispositivo y que actualmente vigilan la vía de circunvalación.